Para llevar a cabo la reconciliación con la ruralidad propuesta en el documento requiere inversiones por $195 billones durante los próximos 15 años. Reformas a las instituciones, tierras y fomento de la agricultura familiar, son las apuestas más fuertes. Tras más de 2 años de trabajo, el director de la Misión Rural, José Antonio Ocampo, le reveló al país el diagnóstico y las posibles soluciones con las que el agro del país podría salir del atraso en el que se encuentra, ser más equitativo y a futuro lograr consolidarse como la ‘locomotora’ que impulse la economía colombiana. (Lea: Informe sobre la Misión Rural se presenta hoy en Bogotá) Durante una amplia presentación que se llevó a cabo en el marco del ‘Gran Foro Nacional sobre la Misión Rural’, Ocampo dio a conocer 6 estrategias con las que el Estado debería impulsar la ruralidad, las cuales tocan aspectos como derechos sociales, inclusión productiva, competitividad rural, sostenibilidad ambiental, ordenamiento social y arreglo institucional; las cuales permitirían resolver la deuda histórica que el país tiene con el sector. De 6 apuestas presentadas por el jefe de la misión, las que más llamaron la atención fueron aquellas que le apuntan a la agricultura familiar, formalización de la tierra y la modernización de las instituciones, elementos con los que el país dará un salto drástico frente al panorama del campo. “Para nosotros es esencial que se tenga en cuenta la diversidad del país, por eso las políticas deben adaptarse a los territorios. Es muy diferente el valle geográfico del río Cauca o la zona cafetera central en donde ya hay un desarrollo, en comparación con la Amazonía. Son aspectos a tener en cuenta y en el que las composiciones sociales son distintas”, explicó Ocampo. (Lea: Gobierno excluye a gremios de la construcción de política sectorial) Además, destacó el papel y las oportunidades reales que tendrían sectores productivos como el cacao o piña, donde ya hay unos empresarios involucrados. “Pero también hay opciones para productos no agropecuarios, por ejemplo el turismo rural o ecológico. Es un mercado creciente en el que se pueden involucrar jóvenes y personas mayores”. Por su parte, Rafael Mejía López, presidente de la Sociedad de Agricultores de Colombia, SAC, destacó el papel que jugarían todas las actividades productivas del campo como son los cultivos transitorios y permanentes. En el caso de la actividad pecuaria, de acuerdo a lo explicado por el dirigente, reconoció el futuro promisorio que tendría la ganadería de carne. “En el mundo, las cifras de USAID, Ocde y FAO indican que el precio de la carne, por la demanda que hay, seguirá en aumento hasta 2026, eso indica que hay una gran oportunidad y nos exige ser muy eficientes, no solo para satisfacer el mercado local sino parte de la demanda internacional. Eso requiere un trabajo frente a la variedad de carne, tipo de cortes y la forma en la que el consumidor extranjero quiere el producto”, argumentó. (Columna: La Misión O-campo) Para el hermano Carlos Gómez Restrepo, rector de la Universidad de La Salle, la transformación del campo requiere de la voluntad no solo del Gobierno, sino de los mismos colombianos, por lo que considera que es un momento trascendental en el que hay que dejar a un lado los puntos de desencuentro y buscar el bien común que es la ruralidad. “La Misión Rural es un gran marco de política pública y en el que caben otro tipo de iniciativas como son Colombia Siembra o la Ley Zidres. No podemos pensar que exista un camino y modelo único para cualquier cosa. Si lo entendemos así, vamos avanzar. Hay territorios que requieren un tema que se adapte más a sus necesidades, por eso tener varias propuestas facilitará recuperar el campo”, remató. El evento se llevó a cabo en la Universidad de La Salle ante más de 2.000 personas, entre políticos, académicos, estudiantes y miembros de los gremios. (Lea: “El campo necesita con urgencia política agraria de Estado”: SAC)