Las semillas forrajeras que se comercializan en Colombia son en su gran mayoría importadas de Brasil y los precios tuvieron un incremento grande tanto por el tema de la postpandemia como por problemas climatológicos en ese país.

Así lo señaló el gerente de Semillano, Eduardo Villota, quien indicó que eso ha traído consigo que las semillas forrajeras en Colombia hayan subido de precio y que el ganadero tenga en estos momentos la dificultad de pagar mayor cantidad de dinero por una braquiaria o un panicum o cualquier otro material que decida sembrar en su finca para alimentar a sus animales.

Recién terminada la pandemia, la gente no quería invertir, estaban recelosos y preferían ahorrar porque seguían nerviosos por la Covid, sin embargo, con el paso del tiempo la demanda ha venido creciendo, indicó.

Se espera que para finales del presente año y todo el 2024 la ganadería retome fuerza y esto se refleje en la demanda de semillas, así como de otros productos.

En el caso de Semillano hay dos tipos de semillas que son las más vendidas, la primera es el pasto llanero y la segunda el mombasa. No obstante, hay pedido por otras como decumbens, piata y muchas más.

Manifestó que la empresa cuenta con promotores de ventas en diferentes partes de Colombia que son ingenieros, agrónomos, zootecnistas y médicos veterinarios que son personas que brindan una adecuada asesoría a los productores para escoger el material que mejor se adecúe a las necesidades de la finca. (Lea en CONtexto Ganadero: Así está el mercado de semillas forrajeras en Colombia)

En el caso de los Llanos Orientales, especialmente en Meta y Casanare, se ofrece asesoría en las siembras prestándoles las máquinas sembradoras.

Sostuvo que la investigación en semillas forrajeras en Colombia la hace el Ciat, entidad a la cual también se le ha disminuido el presupuesto, pero igualmente Semillano se basa mucho en el trabajo investigativo de los brasileros en esta materia.

Ellos miran qué productos nuevos hay en Brasil, van y los conocen, ven los resultados que han obtenido, se traen a Colombia y los ensayan y si el ICA encuentra que se pueden comercializar en el país los venden.

Tecnología en semillas forrajeras

Por su parte, el director técnico de forrajes de Sáenz Fety, Raúl Rojas Cortés, en una nota del portal de la empresa, señala que en la actualidad la ganadería exige nuevos retos, dentro de los cuales se destaca lograr una mayor eficiencia en la producción de un litro de leche o un kilo de carne, por esta razón se deben adoptar nuevas tecnologías que contribuyan a mejorar esta eficiencia, teniendo en cuenta que el principal alimento que consumen los bovinos es el forraje.

Por ello, indica, el ganadero debe trazarse como meta aumentar la base forrajera de la explotación, pero buscando la mejor calidad nutricional posible, de esta manera se logrará obtener mayor producción por animal o un aumento en la capacidad de carga de la finca. Para conseguir esta meta es muy importante que maneje los pastos como un cultivo, iniciando desde el establecimiento, ya que de este depende el desempeño a futuro de la pradera. (Lea en CONtexto Ganadero: ¿Sabe usted cómo escoger una semilla para su finca?)

La calidad de una semilla

Esta refleja en las características genéticas, físicas, fisiológicas y sanitarias y para hablar de calidad de semillas es importante no solo conocer la germinación de una semilla sino también su pureza debido a que estos dos factores determinan el porcentaje de semillas puras de un lote, que sometidas a condiciones ideales tienen la posibilidad de germinar, entre más pureza y germinación tenga la semilla mayor va a ser la posibilidad de éxito en el establecimiento.

Semilla desnuda vs. semilla tratada

Una vez se realiza el proceso de beneficio y la semilla ha roto su dormancia, estaría lista para sembrar, pero la empresa Barenbrug de Brasil quiso mejorar la efectividad en las siembras comercializando una semilla con una pureza superior al 90 % donde se coloca un tratamiento en capas junto con la semilla, que tiene insecticidas, fungicidas, promotores de crecimiento y macro y micro nutrientes, logrando un mayor número de plantas por unidad de área en el primer pastoreo si se compara con una semilla desnuda, o con una semilla peletizada con una tecnología diferente o sin ningún tratamiento.

Saenz Fety trajo al mercado de forrajes tropicales (Trópico bajo) en Colombia esta tecnología innovadora para el tratamiento profesional de semillas que ya se está usando en otras partes del mundo y en otras clases de plantas como las hortalizas; con esta se busca lograr un mejor establecimiento y formación de la pradera, esta tecnología se llama semilla incrustada.

El objetivo de este tratamiento es brindar una protección individual a cada semilla y luego a cada plántula que va naciendo con el fin de disminuir el porcentaje de pérdidas de plantas por unidad de área, ya que en muchas zonas de Colombia las condiciones y el manejo que se le da a la siembra y durante el establecimiento, no son las más adecuadas. Esta tecnología de semilla incrustada, se traduce en una mayor producción de forraje por unidad de área en el primer pastoreo y una mejor formación de la pradera.

Esta tecnología está siendo utilizada tanto en materiales forrajeros de Panicum maximum-Megathyrsus maximus (Indias o Guineas), al igual que en Brachiarias spp. y los resultados obtenidos en diferentes regiones de Colombia son excelentes.