Estas plantas no deseadas compiten directamente con las especies forrajeras por recursos vitales como agua, luz y nutrientes, afectando negativamente el desarrollo de las pasturas durante sus primeras etapas de crecimiento. (Lea en CONtexto ganadero: Angleton, una gramínea ideal para el trópico bajo)

En un trabajo realizado por Cesar Augusto Muñoz Pretel, ingeniero agrónomo, se explica que es fundamental implementar estrategias de manejo que garanticen el éxito en la implantación de pasturas, minimizando la competencia de las malezas.

Las malezas son consideradas una amenaza en las pasturas mejoradas por su capacidad de competir agresivamente con las especies forrajeras. Esta competencia se manifiesta especialmente en la etapa inicial del establecimiento, donde las malezas pueden obtener una ventaja significativa sobre las plantas forrajeras si no se manejan adecuadamente.

Para el caso del angleton, conocido científicamente como Dichantium aristatum Benth, el control de malezas puede ser abordado desde varias perspectivas, incluyendo método manuales, mecánicos y químicos.

El control manual, como el arranque de malezas, es eficaz cuando la infestación es baja y puede practicarse durante todo el año, dependiendo de la disponibilidad de mano obra. Este método es particularmente útil en áreas pequeñas o en situaciones donde se busca evitar el uso de químicos.

El uso de herbicidas en el establecimiento de pasturas es menos común, pero efectiva en ciertas situaciones. El control químico en las primeras etapas de establecimiento puede ayudar a eliminar malezas rebeldes y garantizar que las semillas de pasto tengan un especio libre de competencia para germinar y establecerse.

Muñoz Pretel asegura que en las asociaciones de pasto angleton con leguminosas, es fundamental considerar la regeneración de las leguminosas para asegurar su permanencia en las praderas. La dinámica de las poblaciones de leguminosas está influenciada por varias factores, incluyendo la carga animal y el método de pastoreo.

Estos factores afectan la reserva de semillas en el suelo, la reposición con nuevas plántulas, y la supervivencia de las plantas madres.

La regeneración de leguminosas puede ocurrir de dos formas, vegetativa mediante la formación de nuevas plantas a partir de tallos, rizomas o estolones, y generativa, a través de la producción de semillas. La reserva de semillas en el suelo es un factor crítico para la regeneración, pero puede verse afectada por la depredación de organismos y el déficit hídrico en el suelo.

Además, los animales en pastoreo pueden consumir inflorescencias e inmaduras, lo que disminuye la capacidad de la planta para regenerarse.

Finalmente, para hacer el control de estos arvenses hay que tener en cuenta varios factores que contribuyen a su incidencia durante el establecimiento de pasturas, en esta caso del angleton. La preparación inadecuada del suelo, un mal control de malezas en la etapa de semilla, el uso de maquinaria o material vegetal contaminado con otras especies, y la siembra de materiales no adaptados al medio son algunos de los principales causantes. (Lea en CONtexto ganadero: ¿Cuándo debe ser cosechado el pasto angleton para elaborar heno?)