Cada vez más los ganaderos toman conciencia de manejar el pasto como un cultivo y han venido cambiando las prácticas para realizar un buen manejo de las praderas que son alimento para los animales.
Se debe empezar por una adecuada preparación, aplicación de enmiendas. fertilización, control de malezas, y, ocasionalmente, después de dos o tres años de establecido, dependiendo del uso de la pradera, hacer procesos de renovación, según el Ingeniero agrónomo de Semillano, Jairo Villanueva, en una nota de Agrollanos.
Lo ideal sería que cada ganadero o cada finca tuviera su renovador, un aparato que es muy útil en la práctica de renovación de pasturas, pero cuando no se tiene se usan otras herramientas como un cincel o una rastra pesada para, de alguna manera, oxigenar el pasto y darle vida, lo cual es válido. Esto se hace, principalmente, en pasturas degradadas y con bastante tiempo de uso.
Cuando se trabaja con suelos mejorados, que proceden de cultivos como soya, maíz o arroz, que tienen rezago de nutrientes se puede trabajar con guineas y otras brachiarias que dan mejor rendimiento
Esto también ha servido para mejorar la carga ya que ahora hay en promedio entre cuatro y cinco animales por hectárea que es un buen indicador. (Lea en CONtexto ganadero: El manejo del pasto es arte y conocimiento)
Tenga en cuenta:
Según un blog de Agrocampo, la producción ganadera tanto de carne como de leche en Colombia, depende de los tipos de pastos para ganado que se utilicen. Esto se debe a que muchos de los pastos nativos son pobres en valor nutritivo, y por ello no son aptos para el engorde del ganado y la producción sostenida de carne y leche.
Si el pasto se cultiva y manipula de manera adecuada es capaz de satisfacer todas las necesidades de mantenimiento y producción animal, ya que aporta proteína, vitaminas, minerales y es muy digerible por parte del ganado. Además, los costos productivos son muy bajos, y suelen mejorar la producción ganadera aún en espacios reducidos.
Para saber cuál es el mejor pasto para su ganado, lo primero que debe realizarse es un estudio de suelo. Este dará el tipo de forraje o pasto que se puede adaptar mejor a cada zona, teniendo en cuenta la calidad, porosidad, acidez, caracterización de la zona, precipitación y altura sobre el nivel del mar.
Además, existen ciertos factores fundamentales para lograr la buena productividad del ganado, como las características físicas y nutricionales de los suelos como pH, nutrientes, porcentaje de materia orgánica, estructura, textura, entre otros.
Así mismo, las condiciones climáticas: humedad, precipitación, temperatura. La calidad de la alimentación que incluye la cantidad de proteínas que pueden brindar a los animales. (Lea en CONtexto ganadero: Manejo del pasto, clave para aumentar la productividad del ganado)
Por otra parte, resulta importante tener presente el tipo de ganado o su propósito de crianza, es decir carne o leche. Pues los diferentes pastos según su especie cuentan con mayor o menor cantidad de proteínas y en general de aporte nutricional.