Los nutrientes son esenciales no sólo para el desarrollo de las plantas sino para garantizar una producción agrícola exitosa. Entre los macronutrientes más importantes se encuentran el nitrógeno (N), fósforo (P) y potasio (K), conocidos comúnmente como NPK. (Lea en CONtexto ganadero: Los nutrientes del suelo N, P, K)
Estos elementos son clave en los fertilizantes tradicionales, ya que juegan un papel fundamental en procesos como el crecimiento, la fotosíntesis y la formación de frutos y semillas. Sin embargo, la pregunta sobre si NPK es suficiente para garantizar la productividad óptima y la sostenibilidad de los cultivos en el largo plazo ha surgido con mayor fuerza en los últimos años.
De acuerdo con Carlos Abecasis, ingeniero agrónomo, “el nitrógeno, el fósforo y el potasio son de altísima necesidad para el sistema, por lo tanto es algo que no puede faltar en un cultivo. En ese rompimiento del equilibrio y la biodiversidad, todo el sistema empieza a funcionar de manera totalmente distinta, pues no es tan simple como se piensa que la planta toma los nutrientes libremente, sino que ahora hay un cultivo que necesita sustentabilidad”.
Para lograr esto hay que entender cuáles las condiciones de la relación entre suelo-planta-manejo y, la aparición de los nutrientes.
Abecasis sostiene que a lo largo de la historia se tiene la idea de que “como el suelo va perdiendo nutrientes y cada vez necesita más, hay que ponerle más fertilizante sin analizar que se debe mejorar la condición del suelo”.
Durante muchos años se ha tenido el pensamiento que con NPK se cubren todas las necesidades de una planta, pero la realidad es que el cultivo necesita de micronutrientes para su sustentabilidad. En particular, los micronutrientes y otros macronutrientes secundarios juegan papeles clave que no pueden ser ignorados.
Este enfoque limitado al NPK ha generado la necesidad de analizar una nutrición de cultivos más integral que incluya elementos como calcio (Ca), magnesio (Mg) y azufre (S), junto con micronutrientes como zinc (Zn), hierro (Fe), manganeso (Mn), boro (B), cobre (Cu), etc.
“Usar solo NPK es como cuando las personas solo se alimentan de un solo alimento. Por ejemplo, si se come solo tomate todos los días porque es bueno, van a faltar muchos nutrientes, pues el tomate tiene determinados elementos nutricionales que sirven, pero la persona no solo se puede alimentar de eso toda la vida”, describe Abecasis.
Esto mismo sucede cuando a la planta solo se brindan tres elementos NPK, de cientos que hay para mejorar la calidad del suelo, y por ende, de los cultivos.
Para asegurar una nutrición adecuada y sostenible de los cultivos, es fundamental adoptar una estrategia de fertilización integral y balanceada. Esto implica no solo aplicar los nutrientes NPK, sino también prestar atención a los requerimientos de los micronutrientes y macronutrientes secundarios.
Finalmente, el manejo de la nutrición de la tierra debe basarse en un análisis de suelos exhaustivo que permita identificar las deficiencias específicas en cada predio. (Lea en CONtexto ganadero: Así se clasifican los diferentes tipos de fertilizantes)