El tratamiento de los granos se hace con el fin de elevar su valor nutricional, lo que resulta esencial en producciones de ceba o lecherías donde este tipo de alimento constituye el principal componente de las dietas y se requiere mejorar el comportamiento productivo.
Los expertos Luis Corona Gochi y Germán Mendoza señalaron que existen al menos 18 métodos de procesamiento de granos, que se clasifican en secos y húmedos, pero describieron los 5 más comunes. (Lea: Las diferentes alternativas para ofrecer granos secos o húmedos en ganadería)
Molido
Es el método más común de procesamiento por tratarse del más económico y simple. Existen diversos equipos para controlar el tamaño de la partícula del producto terminado, como molino de martillos o el molino de rodillos, entre otros.
Quebrado
El proceso de quebrado o rolado consiste en pasar el grano a través de un juego de rodillos acanalados, donde el tamaño de la partícula varía de grueso a fino debido al peso de los rodillos, presión y espacio, contenido de humedad y velocidad de flujo de grano.
El grano puede ser molido o rolado para reducir el tamaño de partícula medio. Comparado con el grano rolado, el primero tiene mayor tamaño de partícula debido a los finos generados durante el molido. (Lea: Descubra las propiedades del maíz rolado al vapor como alimento bovino)
Alto en humedad
El grano conserva un alto contenido de humedad (entre 20 y 35 %) y se almacena en silo para preservarlo, un proceso común en Norteamérica. Puede ser molido o quebrado antes de ensilarlo, y si bien su costo de almacenamiento es alto, puede generar resultados muy favorables.
Para maximizar la eficiencia alimenticia y la digestión ruminal del maíz alto en humedad, hay que tener en cuenta 2 factores esenciales: el contenido de humedad debe ser entre 26 y 31 % y debe mantenerse durante suficiente tiempo en fermentación.
Hojueleado al vapor
En este proceso, el grano es cocinado al vapor bajo presión atmosférica de 10 a 30 minutos. Con eso se incrementa el contenido de humedad de 18 a 20 %, y luego se pasa a través de rodillos corrugados para obtener hojuelas delgadas.
A la hora de la elaboración, hay que tener en cuenta 5 factores que afectan la calidad de la hojuela: la temperatura de la cámara de vapor, el tiempo de cocimiento, la corrugación, el hueco y la tensión de los rodillos. También se miden su grosor y su densidad (peso bushel) como índices de control de calidad y disponibilidad de almidón.
Extrudizado
Este proceso involucra altas temperaturas en corto tiempo, en donde los granos se exponen a una combinación de alto grado de corte, temperatura y presión, según los parámetros del proceso. (Lea: Conozca algunos de los alimentos más económicos para su ganado)
Los cambios que ocurren son gelatinización del almidón, desnaturalización de la proteína y destrucción de componentes anti-nutricionales. Los principales factores que pueden afectar la gelatinización del almidón son el contenido de humedad y la temperatura.