Cientos de miles de hectáreas del trópico bajo sufren una creciente degradación de los pastos y la vegetación nativa al ser sometidas a sobrepastoreo, quemas y malas prácticas ganaderas. La veranera puede ser un recurso vital para restaurar la vida y algunas propiedades físicas de los suelos Las mayores pérdidas en la productividad se observan en los paisajes de colinas bajas con suelos ácidos e infértiles y sujetas a sequías prolongadas. En estas condiciones agroecológicas, la veranera, una planta adaptada a la baja fertilidad y la sequía estacional, puede ser un recurso vital para restaurar la vida y algunas propiedades físicas de los suelos y para superar el cuello de botella de los meses más secos del año. Gracias a su alta tasa de fijación de nitrógeno en suelos ácidos y a la abundante producción de hojarasca, la veranera contribuye a mejorar el reciclaje de nutrientes y la productividad de las plantas asociadas al sistema ganadero, además de producir un forraje de excelente calidad. La especie Cratylia argentea es un arbusto perenne nativo de una amplia región geográfica, que abarca la Amazonia, el centro de Brasil (estados de Pará, Mato Grosso y Goiás), algunas áreas de Perú y Bolivia y el nordeste de Argentina. Las mayores poblaciones de esta especie crecen en los suelos pobres y ácidos del Cerrado brasilero. En áreas abiertas, la veranera ramifica desde la base del tallo y crece como un arbusto con una altura máxima de 3 metros. Sin embargo, cuando se asocia con plantas leñosas de mayor porte puede crecer como una liana voluble (bejuco). Las hojas trifoliadas de esta planta están recubiertas en el envés por pelos plateados y tienen una consistencia papirácea (similar al papel). Las flores, hasta de 3 cm, son lilas. Los frutos son vainas rectas, aplanadas, hasta de 20 cm de longitud y 2 cm de ancho, dehiscentes, con 4 a 8 semillas amarillas oscuras a cafés, ovaladas o casi circulares. Investigaciones de Corpoica Algunas investigaciones hechas por Corpoica en las sabanas bien drenadas con suelos de baja fertilidad en los Llanos Orientales y en suelos de mediana fertilidad en zonas de ladera del departamento de Cauca, han mostrado buena adaptación de esta leguminosa hasta los 1200 metros de altitud, en climas subhúmedos con sequías prolongadas. En regiones que experimentan sequías hasta de seis meses de duración, del 30 al 40% de la producción de forraje de la veranera se concentra en este período. De hecho, el nombre común actual de la planta se debe a su capacidad de conservar el forraje verde incluso en los meses críticos. Esta tolerancia a la sequía se debe a la formación de raíces que alcanzan profundidades entre 1.30 y 1.80 m. En sistemas de corte y acarreo la veranera se puede asociar con botón de oro Tithonia diversifolia, como se hace actualmente en varias fincas del departamento de Caquetá. Esta combinación es muy adecuada para los suelos de baja fertilidad porque el botón de oro ayuda a aumentar el fósforo disponible para las bacterias fijadoras de nitrógeno en las raíces de la veranera. En sistemas de ramoneo la veranera se asocia bien con gramíneas como las gramas nativas y varias especies de braquiaria.. El nivel de consumo del forraje de veranera que se ofrece solo no es muy alto pero aumenta al secar las hojas al sol, lo cual probablemente se debe al descenso en la concentración de taninos. Sin embargo, si la veranera se le suministra al ganado como suplemento en combinación con tallo de caña de azúcar, se observa un alto consumo de las hojas tiernas y la producción de leche o carne supera los promedios para suelos ácidos Esto puede ser el resultado del alto contenido de proteína cruda (23%) y la digestibilidad intermedia (48 a 53%) de la veranera en combinación con los azúcares altamente solubles de la caña. Fuente: Mejora la productividad y rehabilita los suelos ácidos degradados. Zoraida Calle D, Enrique Murgueitio R y Luis Fernando Castro, en Carta Fedegán 124.