Para los investigadores del sector no solo es importante darle un mejor uso al agua, sino que haya una sana convivencia entre el medio ambiente y el cultivo. El sector palmicultor, a través de la Corporación Centro de Investigación en Palma de Aceite, Cenipalma, viene adelantando varias iniciativas en favor de los productores de dicho cultivo. Variedades más resistentes a la Pudrición de Cogollo, alternativas frente a los cambios del clima y una sana convivencia entre la planta y los ecosistemas nativos son algunas de las más importantes. (Lea: Sanidad y productividad, temas claves para Cenipalma) La enfermedad sigue siendo el principal dolor de cabeza que tienen los palmeros, por lo que los investigadores de Cenipalma trabajan día a día en buscar esas especies que en el país han resistido históricamente a dicho mal, para a partir de allí encontrar soluciones que permitan tener palmas más fuertes ante los ataques de la PC. Sin embargo, ese no es el único esfuerzo, el evidente cambio climático que vive el país también tiene alarmados a los productores quienes han tenido que buscar alternativas que les ayuden a ser más eficientes frente al uso del recurso y de paso protegerlo. José Ignacio Sanz Scovino, director general del centro de investigación, indicó en diálogo con este diario que el cultivo y sus productores se han dado cuenta de lo importante que es el recurso, el cual otrora, estuvo subvalorado. Agregó que antes el palmicultor solo regaba las plantas sin pensar en el exceso del líquido, el costo o si en algún momento iba a escasear; mientras que ahora aplica todo el conocimiento para darle el mejor uso. (Lea: Construya trampas contra el picudo negro de la palma en 9 pasos) Sanz Scovino les pidió a los productores preocuparse y defender los nacimientos de agua que hay en el país y alejar de allí las actividades petroleras que pueden poner en peligro el recurso. “Los palmeros están pensando en la agricultura de precisión especialmente en temas de aguas, porque así conocen los requerimientos específicos de cada planta. Incluso usan menos y piensan más en darle un tratamiento adecuado para no contaminarla ni dañarla”, indicó. En tanto, José María Obregón Esguerra, presidente de la Junta Directiva de Cenipalma, dejó ver su satisfacción por lo que se viene haciendo en el centro de investigación en materia del control de plagas, especialmente porque se está promoviendo no solo el uso de productos biológicos que no afecten el ambiente sino que haya una armonía con los paisajes. (Lea: Las prácticas agroindustriales se imponen en la palmicultura) El dirigente rememoró una anécdota y dijo que antiguamente los productores de la planta arrasaban con las especies nativas, los árboles y todo lo que había a su paso para establecer una mayor cantidad de hectáreas. Esa decisión causaba debilidad en materia de insectos y bacterias. “Ahora es necesario dejar las malezas que no nos gustan, el árbol nativo o hasta algunos insectos porque son los que ayudan a combatir y mantener en el límite algunas de las amenazas que tiene el fruto. Por eso estamos apuntándole a una producción más amigable”, precisó. El uso de la tecnología y algunos de los paquetes que tiene Cenipalma también han influido en que el sector sea rentable y de paso sustentable. (Lea: Plagas y enfermedades de la palma serán vigiladas y erradicadas)