Un novedoso procedimiento químico desarrollado por investigadores de la UN en Manizales permite que los cultivos de plátano sirvan como materia prima para fabricar fibras industriales tan resistentes y durables como las de vidrio y carbón.

La siembra de plátano brinda oportunidades de empleo a más de 170 personas en Colombia. Es una actividad tradicional y se ha mantenido a pesar de las crisis y coyunturas del mercado actual que ahora le ofrece a este sector la oportunidad de incursionar en la industria automotriz, de construcción, de electrodomésticos e incluso de artículos deportivos.

Lady Johana Rodríguez, investigadora de la Maestría en Ingeniería Industrial, desarrolló un proceso químico que modifica la estructura interna de las fibras del plátano. Esta innovación permite obtener superficies homogéneas, resistentes al medio ambiente y a las altas temperaturas, así como a la absorción del agua.

A través de un comunicado de la Agencia de Noticias UNal se explica que el tratamiento consiste en sumergirlas por 24 horas en una mezcla compuesta por epiclorhidrina (un solvente), reactivo anhídrido acético y acetona. Se lavan en acetona y agua destilada y se secan en un horno durante un día. Luego se someten a pruebas de resistencia, de hidrofilidad (absorción de agua), térmicas y de alcalinidad.

“Una vez tratadas, las fibras repelieron el agua hasta en un 33,3% y su resistencia a la humedad del aire aumentó en un 32,43%, lo que extiende su durabilidad. Además, mediante micrografías de microscopio electrónico de barrido (fotografías ampliadas cinco mil veces), se observó que la superficie estaba más lisa, lo que incrementa su adhesión”, detalla la investigadora.

Lady Johana Rodríguez además incorporó al proceso una técnica artesanal muy usada en Caicedonia (Valle del Cauca) y en Quindío: las entretejió para conferirles mayor resistencia. Dentro del proceso se identificó además que probablemente por las características agroecológicas y de los suelos del país, las fibras nacionales en su estado natural tienen mejores propiedades que las de otros territorios. (Lea: Fertilización biorgánica, método de prevención contra plagas en el plátano) 

“Con esto, se genera un cambio radical en la industria que habitualmente veía a las fibras naturales como un elemento irregular y poco apropiado para reforzar materiales. Pero ahora, las fibras de la planta de plátano se constituyen como una opción prometedora”, señala Rodríguez de la UN, con sede en Manizales.

Cabe anotar que el estudio de la UN se enfocó en comprobar la resistencia y durabilidad de las fibras del plátano debido a que en la fabricación de automóviles, paneles para viviendas, artículos deportivos, enseres domésticos y una infinidad de utensilios; se requieren materiales sofisticados que soporten el uso, el desgaste y la degradación.

Residuos rentables

Las cifras de siembra y producción nacional de plátano son contundentes y van acorde con la innovación desarrollada en Manizales. Según las evaluaciones agropecuarias del ‎Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, en el año 2011 se cultivaron 353 mil 297 hectáreas y se produjeron 2 millones 815 mil 693 toneladas de esta fruta.

El ciclo reproductivo tarda de 10 a 12 meses y en la cosecha solo se aprovecha el racimo, ya que el resto se utiliza como abono o se desecha. “Lo que sobra de cada producción (hojas y tallos), en vez de ir a la basura, puede reportarle beneficios a la industria”, indica la ingeniera agrónoma Yamileth Cuartas Betancurth, docente de la Universidad de Caldas. (Lea: Inicia proyecto para reciclar 12 mil kilos de bolsa de plátano)

Este desarrollo, sin lugar a dudas, podrá generar un ingreso económico adicional para los cultivadores de plátano quienes a través de capacitaciones y la adquisición de una máquina podrán extraer las fibras y venderlas a las industria.