En un mundo en donde la demanda de alimentos está en constante aumento por el crecimiento de la población, la presión sobre los sistemas agropecuarios para aumentar la productividad es más alta que nunca. Es por esta razón que a menudo se pasa por alto la importancia de la salud del suelo y su capacidad para soportar cultivos de manera sostenible. (Lea en CONtexto ganadero: ¿Cómo recuperar la fertilidad del suelo?)
Jaime Elizondo, ingeniero agrónomo y experto en ganadería, explica que “es claro que las fincas tienen cierto potencial porque reciben luz solar y lluvias dependiendo de su ubicación. Sin embargo, ese potencial se puede ver limitado por la fertilidad del suelo”.
El suelo es un recurso natural fundamental para la agricultura porque proporciona soporte físico, nutrientes y agua para el crecimiento de las plantas. Sin embargo, la fertilidad del suelo es finita y puede ser agotada por prácticas agrícolas no sostenibles, como el monocultivo intensivo, el uso excesivo de fertilizantes químicos y la erosión.
El profesional asegura que cuando la fertilidad del suelo se degrada, la capacidad de producir cultivos de manera rentable y sostenible disminuye, lo que impacta directamente en la viabilidad económica de los negocios.
En palabras de Elizondo, esto es muy importante porque “si se quiere imitar a la naturaleza en el pastoreo, se debe entender cómo se crearon los mejores y más profundos suelos en el mundo. Los mejores suelos del mundo se crearon bajo pastizales pastoreados por herbívoros, mas no bajo bosques porque los pastos almacenan su exceso de energía bajo tierra”.
Esto quiere decir que la fertilidad del suelo afecta directamente la productividad y la rentabilidad de los negocios debido a que los suelos pobres en nutrientes no pueden soportar un crecimiento saludable de las plantas, lo que resulta en una cosecha de menos calidad y rendimiento.
Lo anterior puede traducirse en pérdidas económicas significativas para los productores, pues los costos de producción pueden superar los ingresos obtenidos por la venta de productos agropecuarios.
Además, la degradación del suelo puede llevar a una mayor susceptibilidad a plagas y enfermedades, lo que agrava aún más los problemas de productividad y rentabilidad.
“El carbono orgánico de larga vida en el suelo es lo que le da la fertilidad, por lo tanto, es lo que crea la capa de tierra vegetal en los suelos. Como los árboles almacenan su energía en el tronco, no crean suelos tan profundos y fértiles como los pastizales, pero una sábana es incluso más productiva que el solo pasto, por lo que es en lo que se debe centrar el productor en las fincas”, describe Elizondo.
Es por esta razón que los negocios deben adoptar enfoques de manejo del suelo que promuevan la salud y la fertilidad del suelo para así construir sistemas resilientes que puedan adaptarse a los desafíos futuros, como el cambio climático y la escasez de recursos. (Lea en CONtexto ganadero: ¿Qué tanto conoce sobre el suelo? Aquí podrá profundizar en términos importantes)