La Crotalaria Juncea L., el nuevo cultivo de moda incluido dentro del pago verde de la PAC

La Política Agrícola Común – PAC incluyó en la lista de cultivos fijadores de nitrógeno que pueden servir para cumplir con los requisitos del pago verde, la Crotalaria juncea L., para su aplicación a partir de 2019.   En el ámbito del pago verde, la “Crotalaria juncea L.” puede ser declarada como cultivo fijador de nitrógeno, a fin de cumplir con el porcentaje de superficie destinado a las superficies de interés ecológico.   La razón de esta determinación de la PAC es porque la Crotalaria Juncea L. tiene como otras aptitudes la incorporación de altos volúmenes de materia orgánica por hectárea aumentando la porosidad, aireación del suelo, su capacidad de retención de agua y fertilidad. Además de destacar por su función nematicida, eliminando porcentualmente los nematodos fitoparasitos del suelo.   Características que ya habían descrito investigadores colombianos. De hecho, Corpoica (hoy Agrosavia) junto con el Sena presentaron en 2002 un estudio elaborado por Bernal Riobo, J. H. y Navas Ríos, G. E., denominado ‘Caracterización de leguminosas como abono verde para los sistemas de producción del Piedemonte Llanero y Altillanura Plana Colombiana’, como una respuesta para proteger, mejorar y recuperar física, química y biológicamente los suelos degradados o en proceso de degradación de la zona de los llanos orientales.   En dicho estudio se evaluaron 13 tipos de leguminosas de buena producción de biomasa que puedan ser empleados como cultivo, ya sea para ser incorporados como abono verde o que puedan ser usados como cobertura vegetal. Dentro de las 13 leguminosas se realizó la caracterización morfo-química de siete especies de Crotalarias.   La Crotalaria juncea incorpora materia orgánica natural no contaminada por semillas de malezas como ocurre con los estiércoles que se emplean de granjas. Destaca su capacidad de fijación de nitrógeno atmosférico, pudiendo acumular hasta 201,6 kg. de nitrógeno por hectárea, proporcionando nitrógeno residual al cultivo que le sigue.   Además, dado que Crotalaria juncea es resistente al nematodo del nudo radical, su adición en la rotación de cultivos comerciales susceptibles a los nematodos beneficia sustancialmente a estos cultivos comerciales al reducir la presión de los nematodos (efecto de arrastre).   También mejora mejora la textura en las tierras arenosas consiguiendo más cuerpo por lo que los abonos y las aguas están más tiempo a disposición de los cultivos venideros, y en tierras fuertes, dejándolas más huecas, por lo que conseguimos que no tengan tanto poder de compactación.   Forraje peligroso   El éxito de Crotalaria juncea -argumentan sus defensores en la Comunidad Europea-, no reside solo aquí. Crotalaria juncea L. es un cultivo con doble aptitud: la de abono verde ya referida y la forrajera.    Crotalaria juncea aporta un forraje de altísima calidad. Al ser un cultivo de la familia de las leguminosas tiene un poder proteico muy alto, consiguiendo porcentajes de proteínas elevados (entre el 18% y 22 %).   Otro aspecto a destacar es su apetencia para los animales, teniendo una palatabilidad fantástica para todas las especies, característica de gran relevancia al disminuir considerablemente el porcentaje de mermas de los forrajes en la alimentación animal, lo que incide directamente en la rentabilidad de la explotación.   Sin embargo, en el estudio referido de los investigadores en Colombia, estos señalan que en casi todas las especies del género Crotalaria, los tallos hojas y raíces, contienen un alcaloide (mocrotalina) que es muy toxico para el ganado vacuno, borregos, cabras, caballo, mulas, pollos, y pavos.   Lo anterior implica consultar con un MVZ antes de iniciar cualquier proceso de alimentación con Crotalaria.   Contra el dengue   Existen otras aplicaciones de tipo sanitario. Por ejemplo, en Paraguay esta planta la cultivan como “antidengue”.   El Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social, a través del SENEPA, la Cooperativa “San Cristóbal” y la organización “A todo Pulmón Paraguay Respira” la implementó en 2012 como una nueva forma de prevenir la propagación del mosquito transmisor del dengue. El Plan consistía en el cultivo de la “Crotalaria júncea”, con el fin de atraer a las Libélulas o insectos voladores que se alimentan del vector transmisor del dengue en las viviendas.