La asistencia técnica debe pasar del papel a la acción, según la SAC

La Sociedad de Agricultores de Colombia indicó que existen 10 puntos fundamentales para la prestación de este servicio, en el cual deben estar comprometidos no solo los gremios, sino las entidades gubernamentales y los académicos.   El presidente de la Sociedad de Agricultores de Colombia, SAC, Rafael Mejía López, habló con CONtexto ganadero sobre la importancia de la ejecución de acciones claras que le permitan al campesino nacional acceder a una asistencia técnica de calidad y que garantice el aumento de la productividad y el bienestar rural.   De acuerdo con el dirigente gremial, el campo necesita 3 cosas para despegar, además de la asistencia técnica: bienes públicos, seguridad jurídica y una tributación que permita invertir en el campo. Escuche el audio. (Lea: Ganaderos de Caldas rechazan decisión del MinAgricultura frente al FNG)  

Por ello, uno de los retos que tiene la SAC para este 2016 es que la asistencia técnica sea concebida más que un componente fundamental para el campo, “es decir, que pase del papel a la acción con propuestas estructuradas, basadas en estrategias de largo, mediano y corto plazo, que además de estar enmarcada en la política agraria de Estado, reconozca las particularidades de cada subsector”.   Uno de los primeros pasos que ya se dieron, según Mejía, fue la transformación de las instituciones que sugirió la OCDE, además de la formulación de políticas por parte del Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural y la ejecución de las mismas. “Eso tiene que ser a partir de ahora”.   De otro lado, la Sociedad de Agricultores de Colombia y sus gremios afiliados expusieron 10 puntos fundamentales, denominados Decálogo de la Asistencia Técnica desde la Óptica Gremial, con el cual se busca prestarle un servicio de calidad a los productores del campo.   El primero es la obligatoriedad. Allí la asistencia técnica debe ser vista como un bien público del Estado, para que los productores accedan a esta con mayor facilidad, teniendo en cuenta la participación de entidades públicas y privadas. (Lea: El campo requiere de un ejército de profesionales y técnicos)   El segundo es la coordinación. El Sistema Nacional de Ciencia y Tecnología Agropecuaria, SNCTA, del Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, estará a cargo la orientación de la política de la Asistencia Técnica Agropecuaria, ATA, a través  de un subsistema que tendrá un gerente como responsable, pero no podrá ser ejecutado por este último sin el acompañamiento de un comité asesor.   El tercero es la articulación. En el marco de la SNCTA, la ATA deberá estar unida con programas de innovación, investigación y desarrollo tecnológico.   En el cuarto está la eficacia y calidad.La ATA deberá cumplir con los mejores estándares de calidad, cobertura y coordinación, teniendo como premisa el uso racional de los recursos con los que se cuenta para la prestación de este servicio.   El quinto es el desarrollo sostenible. En este punto la ATA se prestará con criterios de sostenibilidad, siempre y cuando se maneje y se conserve el medio ambiente y el bienestar social de la población.   Como sexto paso está el enfoque productivo territorial, es decir, que tendrá en cuenta a todo tipo de productores y sus actividades, con el fin de que se dé una oferta y una demanda heterogénea, dependiendo de las necesidades regionales y locales. (Lea: La hoja de ruta de ganaderos del trópico bajo: tecnificar predios)   El séptimo es la planificación. Con esta se debe garantizar la permanencia, estabilidad y sostenibilidad del servicio, así como los esquemas de ejecución, monitoreo, seguimiento, evaluación de los resultados y su impacto.   El octavo es la profesionalización del servicio del extensionista y de asistente técnico. Dicho de otra forma, aquellos que prestarán el servicio deberán recibir una formación adecuada.   El noveno es el impulso asociativo, que dentro del SNCTA estará a cargo de la formulación de la política de la ATA. Deberá designará al gerente del subsistema y también al comité asesor, integrado por la comunidad intersectorial.   El décimo paso es la competitividad en el mercado. Con este la ATA deberá tener un componente que proporcione que la cadena sea productiva y que genere la agregación de valor, con el fin de poder competir a nivel nacional e internacional.