Hoy 19 de agosto se cumplen 2 años de la posesión de Aurelio Iragorri Valencia como ministro de Agricultura y Desarrollo Rural. En 2014, CONtexto ganadero entrevistó al funcionario y a la luz de los resultados, fueron más los anuncios que los logros alcanzados.   Luego de un periodo difícil para la cartera, precedida del paro agropecuario más importante de los que se tenga registro en el país,  Iragorri Valencia llegó al Ministerio a suceder a Rubén Darío Lizarralde.   Su llegada fue recibida con beneplácito por la gran mayoría de sectores productivos, que veían en él la figura de un hombre conciliador, propicio para el diálogo y cercano al Gobierno para hacerle entender las urgencias y necesidades de cada uno de ellos. (Lea: Colombia tiene que ser capaz de exportar leche y carne)   CONtexto ganadero lo entrevistó el 11 de septiembre de 2014 a propósito de su participación en una junta directiva de la Federación Colombiana de Ganaderos, Fedegán, uno de los primeros gremios que visitó. Hoy, casi 2 años después, es fácil apreciar que lo que en su momento anunció en solo eso se quedó.   Estrategias para el sector lácteo   Consultado sobre las estrategias para mejorar la competitividad del sector lácteo, Iragorri sostuvo que la idea era volver competitivos a los productores y que a partir de ello se lograría incrementar la producción que permitiera abastecer la demanda de la industria nacional e incluso exportar leche en polvo nacional.   Pidió a esa misma industria que evitara las importaciones. “Busquemos la manera de no acudir a esa leche en polvo, a otros precios, que acaban reventando el precio interno o generando que no la recojan y eso afecta gravemente a los productores nacionales”, dijo.   A la fecha, ninguna de las 3 medidas anunciadas llegó a  materializarse: los productores siguen sin medidas reales que les hayan permitido fortalecerse, no se ha exportado un solo litro de leche en polvo y la industria ha importado cada vez que así lo ha querido, afectando la economía local de los lecheros nacionales. (Lea: Aumentan importaciones de lácteos en una Colombia poco competitiva)   Las estrategias para el sector cárnico   Sobre esta eslabón de la cadena afirmó que de la mano de agremiaciones y entidades territoriales el país lograría exportar el producto a distintas partes del mundo.   Sobre este punto, aunque si bien se han abierto mercados en países como Jordania, Egipto y Emiratos Árabes, entre otros, ello se debe en gran parte al trabajo previo adelantado por el gremio cúpula de la ganadería y por el Ministerio de Comercio.   El Ministerio sigue en deuda en el cumplimiento de aspectos fitosanitarios y de admisibilidad sanitaria, razón fundamental por la que se sigue sin poder exportar carne a mercados tan importantes como el de Estados Unidos y la Unión Europea, desde donde sí envían grandes contingentes. (Lea: Pese a selección de 3 plantas, falta mucho para exportar carne a EE.UU.)   2015, “el año del startazo agropecuario”   Así lo dijo el MinAgricultura una y otra vez y en todos los escenarios posibles. Que 2015 sería el año de lo que denominó el “startazo agropecuario”.   Con seguridad y firmeza aseguró en ese momento: “vamos a hacer una inyección de recursos que nunca se ha hecho en la historia de Colombia (…) con la voluntad política de sacar adelante este sector y las instrucciones del presidente Santos y la determinación de que nunca más el sector agropecuario en Colombia sea la cenicienta de la política pública, sé que vamos a  tener un extraordinario resultado”.   Los hechos demuestran que nada de eso sucedió. Los recursos, que en un momento llegaron a ser de $5 billones han ido disminuyendo paulatinamente para la siguientes vigencias, a tal punto que el presupuesto para 2017 es uno de los menores de los últimos años en Colombia. (Lea: “Gobierno demuestra una vez más el valor que le da al agro”: Lafaurie)   Adicionalmente, la percepción en las regiones, independiente de si se habla o no con alguien que se encuentre en el sector rural es que el agro sigue siendo tratado como la cenicienta y un asunto que solo merece prestarle atención cuando hay movilizaciones de por medio.   El tema de las guías de movilización y la trazabilidad   Más de 720 días han pasado desde su posesión y ya por ese entonces ambos temas eran una de las preocupaciones más grandes de todos los ganaderos de Colombia.   Por esta razón se le preguntó sobre qué tan lejos estaba Colombia de solventar esos inconvenientes generados por las guías de movilización y el atraso en materia de trazabilidad, ambos a cargo del Instituto Colombiano Agropecuario, ICA, y ambos una constante piedra en el zapato del sector.   Se comprometió en aquel septiembre a “buscar la manera de agilizar y volver más eficiente el proceso que se viene adelantando en cuanto a trazabilidad animal y revisar lo que se viene haciendo para corregirlo”.   Semanalmente llegan a CONtexto ganaderos reportes de quejas hechas por productores en distintas regiones del país, que cuestionan la lentitud del trámite para expedir las guías de movilización animal, la escasez de personas en las oficinas para adelantar el procedimiento, el desconocimiento sobre el tema de muchos ellos; este se convirtió en talón de Aquiles de una entidad anquilosada en el tiempo. (Lea: Trazabilidad de bovinos demoraría 44 años en Colombia)    Sobre la trazabilidad, según datos del Instituto a corte de octubre de 2015 se habían identificado 2 millones 258 mil 908 cabezas de bovinos y búfalos, lo que indica que se trazan menos de 800 mil rumiantes cada año.   Entre 2013 y 2014, el ICA identificó un millón 470 mil 174 bovinos y bufalinos. La previsión es que de seguir a ese ritmo la trazabilidad tradaría 44 años en ser alcanzada.   El Fenómeno de El Niño en Colombia   Ya en ese entonces preocupaba el Niño, del cual las previsiones hacían temer graves consecuencias para los productores y por lo cual se reclamaban medidas que permitieran aminorar las pérdidas y evitar graves afectaciones.   Recién llegado a la cartera, el funcionario no se aventuró con medidas puntuales, pero dejó claro que “el Gobierno nacional va a invertir unos recursos importantes en temas de política pública para eliminar esos niveles de inequidad que existen en el campo, en donde sus habitantes pueden ser hasta 3 veces más pobre que quienes viven en las ciudades“.   La inequidad persiste y ello se ha expuesto en repetidas oportunidades, no solo en el sector rural sino en el territorio nacional en general.  La pobreza sigue siendo una constante y nadie sabe por si hubo o no recursos, porque lo que sí tiene claro es que no existen políticas públicas que favorezcan al sector, como se anunció por parte de Iragorri.   El Niño llegó en 2015 y sus consecuencias, estragos y perjuicios se sintieron de gran manera. Salvo un programa de suplementación bovina, al Ministerio se le hicieron reclamos desde todos los rincones, hasta que los productores entendieron que no recibirían del Estado ninguna otra ayuda. (Informe: Sector ganadero está cojo, seco y arruinado por El Niño)   Más de 40 mil animales perdieron la vida, más de medio millón tuvo que ser desplazado por sus dueños hacia otros destinos con mejores condiciones para enfrentar las elevadas temperaturas y la escasez de agua y alimento, el número de hectáreas afectadas superó los 2 millones, todo esto sin que hasta la fecha se conozca de algún plan de acción para ayudar a quienes resultaron con daños graves en sus predios.    Ahora se anuncia La Niña y el Ministerio de Agricultura tampoco ha mostrado liderazgo alguno que permita dilucidar que el panorama será distinto, por lo que se teme se repita el catastrófico escenario que ya vivió Colombia entre 2010 y 2011.   Se cumplen entonces 2 años de la posesión de un ministro que como Aurelio Iragorri Valencia se quedó en anuncios, promesas y buenas intenciones, pero que es percibido actualmente por muchos productores colombianos como un funcionario más al que el agro le quedó grande.