Según investigadores de la Universidad Nacional, la necesidad de optimizar la productividad del campo debe verse como la gran oportunidad para que el sector agropecuario colombiano se convierta en despensa mundial de alimentos y el país salga del atraso tecnológico y científico en el cual se encuentra.

Las cifras son claras. De acuerdo con datos suministrados por la Organización de la Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, FAO, para el año 2030 será necesario aumentar en un 40% la producción mundial de alimentos, ya que población mundial habrá superado los 8.500 millones de habitantes. Para suplir esa demanda, los ojos del mundo están puestos en África y América del Sur, debido a que cuentan con más de 800 millones de hectáreas de los 1.600 millones necesarios para agregar a la producción global.

Lo anterior es una muestra de la imperiosa necesidad de optimizar la productividad rural para que el país se convierta en una despensa mundial de alimentos, dadas las ventajas que ofrece un clima favorable, la disponibilidad de agua y suelos fértiles a lo largo y ancho del territorio nacional. “El rezago en ciencia y tecnología que vive Colombia va en contravía frente a la competencia generada por el mercado global”, señalan expertos del grupo Gestión en Tecnología, Innovación y Diseño Agroindustrial, GTI, de la Universidad Nacional de Colombia en Bogotá.

Asimismo, los análisis de estructuras de costos de producción en el país, al ser comparados con los de naciones como Estados Unidos, llevan a concluir que la mayor parte de los problemas de competitividad de la agricultura colombiana están asociados con aspectos tecnológicos. (Lea: La tecnología es clave para potenciar aspectos de la actividad pecuaria)

Esta conclusión es similar en los estudios de competitividad de varias cadenas productivas. Pero además existen otros factores que inciden en la situación. Para José Félix Lafaurie, presidente ejecutivo de la Federación Colombiana de Ganaderos, Fedegán,  el asunto de fondo es el deterioro en las condiciones de vida de campesinos y productores, que amenaza con profundizarse.

“¿De dónde proviene este malestar frente al futuro del desarrollo rural? Sin duda, es consecuencia de las decisiones e indecisiones del alto Gobierno, no solo en los procesos económicos, sino también en los políticos”, dijo el dirigente en una columna de opinión publicada a mediados de 2013.

Por su parte, el grupo GTI de la Universidad Nacional señala que es necesario impulsar una cultura de la medición que permita tener criterios más amplios que ayuden a tomar decisiones sobre los sistemas de producción y manejo tanto en agricultura como en ganadería.“Llevar un control y registro de las variables que inciden en los costos de producción (por ejemplo, los impactos ambientales y la eficiencia de los procesos) permite canalizar los esfuerzos en la obtención de soluciones que realmente originen impactos positivos en la relación costo-beneficio”, dice el comunicado. (Lea: La innovación, comun denominador del sector agropecuario en el mundo)

En torno a esto, Lafaurie Rivera dijo recientemente a través de su cuenta en twitter que: “la tierra debe estar sujeta a reglas generales de administración y de mercado, junto a medidas de política fiscal que promuevan su buen uso”.

La clave es innovar e integrar disciplinas

Los expertos de la UN, con sede en Bogotá, argumentan que es trabajo de disciplinas como la ingeniería agrícola, la fisioterapia, el diseño industrial, la agronomía y la biología integrarse para entregar soluciones científicas y tecnológicas puntuales en función de las particulares condiciones ambientales que, aunque aparentemente son más costosas, redundan en un uso eficiente de dichos compuestos. 

La innovación en el campo debe organizarse a partir del trabajo multidisciplinario, donde diferentes profesiones aporten soluciones más integrales a los problemas complejos presentados en estas etapas de cosecha y poscosecha. (Lea: "La tecnología aporta valor a la actividad agropecuaria": SAC)

En este sentido, Rafael Mejía, presidente de la Sociedad de Agricultores de Colombia, SAC, le dijo recientemente a CONtexto Ganadero que: “es necesario que los productores empiecen a innovar y a adoptar nuevas prácticas porque de lo contrario van a salir del mercado, y en este proceso la tecnología es clave”, puntualizó.