Esta problemática ha venido perjudicando al sector agropecuario desde hace muchos años y, aunque se ha venido trabajando para evitar el ingreso o salida de forma ilegal de productos, la falta de severidad en el control y en las penas permite que los casos sigan siendo constantes.
El contrabando en Colombia es pan de cada día. Diariamente este flagelo se apodera de los pasos fronterizos del país, por los cuales productos como carne, leche, pollos, cerdos, insumos y otros elementos ingresan de manera ilegal, poniendo en riesgo la economía nacional del sector productor e incluso el estatus sanitario del país.
Desde diversos escenarios, en repetidas oportunidades y en la voz de los principales dirigentes gremiales del país se han escuchado los llamados hechos al Gobierno Nacional para que se definan estrategias que permitan una lucha más certera y eficiente que permita disminuir y por qué no erradicar del todo un tema tan delicado como lo es el contrabando. Las voces coinciden en afirmar que en muchos casos la autoridad competente se ha quedado corta. (Lea: El contrabando arrasa con la institucionalidad)
Uno de los más insistentes en pedir medidas de control para enfrentar el tema fue la Federación Colombiana de Ganaderos, Fedegán, quien en cabeza de su presidente ejecutivo, José Félix Lafaurie Rivera, le envió una misiva al ministro de Agricultura y Desarrollo Rural, Rubén Darío Lizarralde Montoya, expresándole su preocupación por el ingreso de productos lácteos y cárnicos desde Venezuela.
“Según estimaciones de la organizaciones ganaderas en las regiones, a Barranquilla pueden estar llegando entre 3 y 5 toneladas diarias de leche en polvo empacada de varias marcas venezolanas, y no menos de 100 mil kilos de queso cada semana, los cuales son comercializados localmente y cerca del 60% es distribuido hacia el interior del país”, aseveró Lafaurie Rivera en la comunicación.
Además de la leche y sus derivados, también se ingresan de manera ilegal al país animales vivos y carnes en canal. Solo en lo corrido de 2014, la Policía Fiscal Aduanera, Polfa, ha incautado en los departamentos de Norte de Santander y Boyacá, más de 28 toneladas de carne y 14 reses provenientes del vecino país que no contaban con las normas establecidas en el país.
Salvar el obstáculo de la admisibilidad
Durante la tercera semana del mes de enero, el Servicio de Inspección de Sanidad Agropecuaria (APHIS, por sus siglas en inglés), la agencia del Departamento de Agricultura de Estados Unidos responsable de la protección de la salud animal, el bienestar animal y la sanidad vegetal, informó que la admisibilidad de carne colombiana en el país del norte dependía del control al contrabando. (Lea: Contrabando tiene en la quiebra a carniceros de Norte de Santander)
De acuerdo con el presidente ejecutivo de Fedegán, el director para América Latina de Aphis, Peter Fernández, recalcó que mientras al país entre una vaca de contrabando de Venezuela, no existe la posibilidad de adelantar admisibilidad alguna para el producto colombiano en ese país.
“Ahí estaban, incluso, el Instituto Colombiano Agropecuario y el Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos y lo que quedó claro es que ese mercado no se logrará, a pesar de que el Gobierno Nacional diga lo contrario”, José Félix Lafaurie Rivera.
Asimismo, el dirigente gremial señaló que lo triste del caso es que Colombia, producto de ese Tratado de Libre Comercio, TLC, podría colocar en el mercado estadounidense 56 mil toneladas de carne, que tendría un valor anual de US$200 millones.
“El problema del contrabando desde Venezuela no es fácil, pues el diferencial cambiario lo hace atractivo y a lo que hay que sumarle un Gobierno vecino no muy interesado en ayudar a controlarlo”, concluyó Lafaurie Rivera. (Lea: Contrabando y sacrificio ilegal preocupan al gremio ganadero)
El contrabando no solo afecta al sector bovino
Los productores ganaderos en el país no son los únicos damnificados por este flagelo. El presidente de la Asociación Colombiana de Porcicultores, Asoporcicultores, Carlos Maya Calle, también plasmó su intranquilidad en una carta dirigida al presidente de la República, Juan Manuel Santos Calderón.
En esta misiva, el dirigente gremial le solicita al jefe de Estado un trabajo más fuerte para fortalecer la frontera ante el continúo ingreso ilegal de cerdos al país y fue enfático al señalar que era necesario tomar acciones inmediatas para que las condiciones sanitarias y económicas del país, no se vieran afectadas.
“Los puestos de control y movilización de porcinos establecidos por el Instituto Colombiano Agropecuario, ICA, no están cumpliendo con su función de proteger al país de la entrada de animales de contrabando, ni están protegiendo la zona previamente declarada como libre de Peste Porcina Clásica del reingreso de la enfermedad”, aseveró Maya Calle.
A su vez, Rafael Hernández Lozano, gerente de la Federación Nacional de Arroceros, Fedearroz, argumentó que el contrabando de cereal hacía Colombia es uno de los principales génesis de la caída del precio pagado al productor en el país. (Lea: Contrabando, una responsabilidad a la que le huye el Gobierno)
“Mientras que en Colombia exista arroz de contrabando, habrá alguien que lo compre y lo distribuya. Desafortunadamente, el mercado en nuestro país no es transparente, es manipulado y el precio siempre obedecerá al capricho de quienes tienen el dominio”, acotó Hernández Lozano.
La Polfa, un trabajo constante pero insuficiente
Aunque la mayoría de gremios del sector agropecuario concuerdan en que la llegada del general Gustavo Moreno a la cabeza de la Policía Fiscal y Aduanera, Polfa, fue un acierto para la seguridad del país, también lo hacen al asegurar que el principal organismo de Colombia para combatir el contrabando adolece de los ‘dientes’ necesarios para enfrentarse a este rentable negocio.
"A pesar de que durante el año pasado se lograron más de 1.000 aprehensiones por cuenta de este delito, gracias a las verificaciones que se hacen desde nuestras 14 divisiones en las diversas regiones, muchas veces es difícil, y casi imposible, detectar qué proviene de contrabando. Es por eso que recurrimos al trabajo con informantes para conocer el perfil de quien está dedicado a esta actividad y su accionar delictivo", explicó el director de la Polfa. (Lea: Contrabando venezolano enciende alarmas en agricultores colombianos)
Si bien la Policía Fiscal y Aduanera estableció vigilancia permanente en las vías secundarias y terciarias, centros de acopio, plazas y calles de los municipios fronterizos con el objetivo de seguir la actividad de toda la cadena, el ente de seguridad asevera que en estos avances el papel de los gremios también es determinante, pues son ellos quienes ayudan a suministrarle a la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales, Dian, toda la información que les llega de dónde se comercializan los alimentos.
Para tal fin, la Policía Fiscal y Aduanera habilitó el número celular 321 3942169, el teléfono fijo en la ciudad de Bogotá (1) 2354688 y el correo electrónico polfa.anticontraban@policia.gov.co, por medio de los cuales los ganaderos pueden denunciar.
La pregunta sin resolver
A pesar del trabajo constante, queda una duda importante a la que CONtexto ganadero no pudo obtener una respuesta. De los 7 departamentos fronterizos que tiene Colombia con Venezuela: La Guajira, Cesar, Norte de Santander, Boyacá, Arauca, Vichada y Guainía, solo cuatro cuentan con un puesto de la Polfa para la vigilancia de la comercialización de productos y bienes. ¿Qué pasa con los otros tres?
CONtexto Ganadero intentó hablar con algún vocero de la Policía Fiscal y Aduanera para conocer qué acciones realizan desde sus divisiones para los departamentos que no cuentan con oficina central: Boyacá, Vichada y Guainía, pero fue imposible lograr una comunicación oficial.