Las cifras de estudiantes de carreras ligadas al sector agropecuario se han mantenido estables en los últimos 5 años, sin embargo los directivos de distintas instituciones aseguran que el reto es despertar un mayor interés sobre el sector rural entre los bachilleres interesados.
De acuerdo con cifras del Ministerio de Educación de Colombia, entre 2010 y 2013 las carreras agropecuarias que mayor demanda tuvieron fueron Agronomía, Ingeniería Agronómica, Medicina Veterinaria y Medicina Veterinaria y Zootecnia, todas clasificadas como Ciencias Agropecuarias.
Los datos evidencian que las carreras ofrecidas por la Universidad Nacional de Colombia son las que tienen mayor demanda en el país, especialmente la Agronomía y la Ingeniería Agronómica. Entre 2010 y 2013, teniendo en cuenta los 2 periodos académicos, ambas carreras lograron atraer a 4.674 y 2.828 jóvenes, respectivamente.
Según las cifras de la Universidad Nacional, en 2014 a nivel nacional fueron admitidos 416 jóvenes, mientras que para este primer periodo de 2015 ingresaron 238 bachilleres. (Lea: Con 6 centros de educación rural buscan desarrollo del campo)
“El país es netamente agropecuario y se necesitan más profesionales formados en esas áreas, esa es la razón fundamental por la cual los jóvenes se interesan en estas carreras. Nosotros hacemos un evento en 4 sesiones, en el cual se invita a los colegios y se les muestra la institución, los beneficios que tienen los estudiantes y todo con el fin de motivarlos para que se matriculen en estas carreras”, aseguró en diálogo con CONtexto ganadero Diego Miranda Lasprilla, vicedecano de la facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de Colombia.
Por su parte, desde hace 5 años, la Universidad de La Salle construyó un campus en el departamento de Yopal, apto para que cada año 64 jóvenes afectados por la violencia en diferentes zonas del país estudien Ingeniería Agronómica.
De acuerdo con Camila Herrera, coordinadora de Filantropía y Financiamiento Externo de la Universidad de La Salle, Utopía, como se llama el proyecto, abrió sus puertas en 2010 y actualmente 200 estudiantes están activos y 40 se graduaron al finalizar 2014. Para marzo de 2015 se tiene previsto el ingreso de 64 personas más.
“Nosotros no abrimos inscripciones, vamos a los municipios que han sido afectados por la violencia a buscar a los candidatos; por eso, cada año en el mes de octubre se convocan a los actores locales en los municipios de Unidad de Consolidación Territorial, que elige el Gobierno nacional, también hablamos con la gente de Unidad de Víctimas y con los rectores de los colegios, para que nos indiquen quienes son los estudiantes con el perfil que buscamos. Luego se acuerda una fecha y La Salle envía a un equipo de personas para realizar el proceso de selección de jóvenes entre los 18 y 25 años, que tengan título de bachiller, el Icfes aprobado, posean vocación agrícola, estén dispuestos a irse a estudiar 4 años en Yopal Ingeniería Agronómica y tengan menos de 41 puntos del Sisbén. A los 64 mejores los invitamos a vincularse al programa, becados, pagan un salario mínimo por cada cuatrimestre y nosotros completamos con recursos públicos y privados lo que falte para beneficiarlos”, explicó Herrera. (Lea: 5 razones por las que los jóvenes deben estudiar carreras agropecuarias)
Una vez se gradúan, estos jóvenes retornan a sus lugares de origen con un proyecto y el apoyo de la Universidad, en aras de que se conviertan en células demostrativas en el campo. “De esta forma los campesinos ven que sí se puede producir en estas zonas y nuestros egresados se empiezan a convertir en líderes regionales a partir del conocimiento”, agregó la vocera de la La Salle.
Medicina Veterinaria, la otra opción para atender el campo
Según las cifras del Ministerio de Educación, en el país hay ofertas de carreras como medicina veterinaria, que a nivel nacional y entre 2010 y 2013 despertó el interés de 4.875 personas en instituciones como la Universidad Nacional (1.050), la Universidad de Antioquia (1.278) y la Universidad de La Salle (2.547), entre otras.
“La medicina veterinaria es una carrera que llama mucho la atención, en especial por las nuevas generaciones que ven en los programas de televisión temas como el cuidado de animales. Pero adicionalmente, nosotros tenemos un semillero donde se promociona la carrera a los estudiantes de grado 11 en los diferentes colegios”, aseguró Juan Guillermo Maldonado, director de la Escuela de Medicina Veterinaria, de la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad de Antioquia.
Maldonado también señaló que otra de las razones por las cuales esta universidad tiene mayor impacto en los jóvenes es su origen público. (Lea: El campo necesita más veterinarios y zootecnistas, según Acovez)
“En los últimos años hemos tenido 1.400 aspirantes para 60 cupos que ofrecemos, es decir que solo pasa el 4 %, o dicho de otra forma, uno de cada 28 ingresan al programa. El hecho de que esta universidad sea pública, con bajos costos de matrícula, la convierte en la única opción de mucha gente. Otra política que tenemos es favorecer a los estudiantes de menos recursos, porque se cree que aproximadamente el 80 % de nuestros estudiantes pertenecen a estratos 1, 2 y 3”, añadió el director de la Escuela de Medicina Veterinaria de la Universidad de Antioquia.
De igual forma, el Ministerio indica en sus cifras que un programa como el de medicina veterinaria y zootecnia también ha tenido impacto en lo jóvenes colombianos. Tanto así que instituciones como la Universidad de La Amazonía (1.100), la Universidad Coorperativa de Colombia (3.432) y la Fundación Universitaria San Martín (1.404) atrajeron el interés de 5.936 bachilleres entre 2010 y 2013.
Al respecto, Fernando Acebedo Serrano, decano de la Facultad Ciencias Agropecuarias y director del Programa Medicina Veterinaria, de la Universidad de Santander, Udes, señaló que en 2014 se abrió esta carrera con el ánimo de que jóvenes de esa y otras regiones, como el Cesar, tuvieran una alternativa más cercana para estudiar el cuidado y manejo de los animales.
“Hemos tenido un inicio difícil porque a ello se suma el panorama industrial en el que se encuentra el sector pecuario, todo el problema del TLC, las exportaciones de leche y carne, y eso hace que incida mucho en la decisión de los jóvenes. Si el sector está muy bien, la gente invierte; cuando hay incertidumbre, no. Pero hemos tenido una gran respuesta para comenzar, aunque podría ser mejor”, afirmó el directivo de la Udes. (Lea: Alumnos del sector rural podrán acceder a las becas del Gobierno)
Serrano indicó que aunque tienen obstáculos como el precio de las matrículas, con respecto a la oferta que realizan las universidades públicas, la institución siempre está en permanente comunicación con los colegios de los departamentos de Santander y Cesar para que conozcan el campus, tengan información sobre el programa y los laboratorios, asistan a días de campo y a eventos culturales, con el fin de motivar a los estudiantes.
Finalmente, Héctor Fernando Ocaña Martínez, decano de la facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la Universidad de la Amazonía, señaló que al año ingresan en promedio 200 estudiantes, es decir más o menos 100 al semestre.
“Este es un programa acreditado de alta calidad y además ha tenido mucha acogida en los municipios de los departamentos vecinos como Caquetá. Nosotros tenemos programas en radio y televisión y al tener espacios propios como esos, en los que se promocionan las actividades de la facultad, hemos tenido una muy buena respuesta. La mayoría escogen esta carrera porque en algunas ocasiones les gusta, o porque la familia tiene finca, entre otras razones. Pero lo importante es que les atrae el campo”, explicó.
El mensaje al unísono de los diferentes voceros educativos a los jóvenes bachilleres se enfocado en la importancia de estudiar carreras agropecuarias, pues de ellos dependerá asegurar que el secrtor rural siga siendo fuente de trabajo, rentabilidad y calidad de vida. (Lea: Llega el momento de estudiar producción agroecológica)
“Colombia es un país que tiene posibilidades grandes de ser una despensa de alimentos para el mundo, con tierras infinitas para poder cultivar, en donde se puede generar una buena agricultura", puntualizó Camila Herrera.