Desde el próximo mes de julio las regiones Caribe, Andina y Pacífica tendrán disminución de lluvias y aumento en sus temperaturas, por ello el Ideam les hizo un llamado de alerta a los productores bovinos.

El Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales, Ideam, realizó una rueda de prensa este jueves para informar que a la fecha la probabilidad de ocurrencia del fenómeno de El Niño en el país para el segundo semestre de 2014 está cerca del 68%, un porcentaje que ha aumentado ostensiblemente con el paso de los días.

De acuerdo con Omar Franco Torres, director de la entidad, este fenómeno tendría su inicio a mediados de este año, durante los meses de julio, agosto y septiembre, y su fase de máxima intensidad se daría en el último trimestre del año en curso, es decir los meses de octubre, noviembre y diciembre. (Lea: El intenso verano ha causado la muerte de 48.000 reses en el país)

“Desde mi despacho hemos venido informado desde el pasado mes de febrero sobre la posibilidad de que un evento de El Niño ocurra durante este año. Por tal motivo, desde el próximo 29 de abril realizaremos una socialización y una capacitación de la información relacionada con la evolución de este fenómeno con los diferentes sectores productivos del país”, explicó Franco Torres.

Asimismo, el Ideam realizará entre el 13 y el 22 de mayo unas reuniones con las diferentes Gobernaciones y Alcaldías en las regiones del país, con el objetivo claro de diseñar diferentes campañas de sensibilización y socialización para que las comunidades realicen un uso eficiente de los recursos naturales.

“De igual forma, desde el Instituto realizaremos desde ya un monitoreo permanente de las condiciones del Océano y la atmósfera a lo largo de la cuenca del Pacífico Tropical, para poder reportar diariamente cómo está el clima y cómo estará a futuro”, expresó el director del Ideam.

Por su parte, José Daniel Pabón, director del Centro Internacional para la Investigación del Fenómeno de El Niño, Ciifen, le explicó a CONtexto Ganadero que esta anomalía ambiental, que se expresa en el Océano Pacífico, tiene una respuesta atmosférica que se transporta a diferentes partes del mundo. (Lea: Cambio climático agudiza la crisis ganadera)

“La región que recibe directamente el impacto climático es la región de Suramérica, sobre todo los países del oeste como Colombia, Ecuador y Perú. Por eso es importante que así como en los demás países ya se están preparando con acciones puntuales, nosotros hagamos lo mismo”, señaló Pabón.

Llamado de alerta para los productores bovinos

Omar Franco Torres, director de la entidad, le hizo extensiva la invitación a la Federación Colombiana de Ganaderos, Fedegán, y a las demás entidades pecuarias y agrícolas del país, para que se reúnan y busquen la manera de mitigar el impacto negativo del fenómeno en el sector.

“El sector agropecuario de Colombia es el más vulnerable y el que debe prepararse con mayor responsabilidad, porque la preparación de cultivos, forrajes y la programación de las cosechas deben hacerse en consonancia con los anuncios meteorológicos que estamos haciendo, porque desde luego tendremos una disminución de la fuente hídrica”, culminó Franco Torres.

Frente a esto, Héctor José Anzola Vásquez, coordinador de Investigación y Desarrollo de Fedegán, señaló que es importante que los productores ganaderos en las diferentes regiones del país tomen medidas para que el impacto del cambio ambiental no afecte la productividad de sus hatos. (Galería: Las impactantes consecuencias que deja el intenso verano y la sequía en Colombia)

“Es importante que los ganaderos sepan cómo guardar agua, silos, henolajes, etécetera. De igual manera resulta fundamental que sepan como evitar que los animales entren a los huecos generados en los predios”, añadió Anzola Vásquez.

Para enseñarles a fondo a los productores bovinos las mejores maneras de prevenir un impacto negativo en sus predios y en su economía, Fedegán realizó la cartilla ‘Alternativas para enfrentar una sequía prolongada en la ganadería colombiana’ en donde resume el paso a paso que se debe seguir en épocas críticas de verano.