Fedepalma y la Fundación para la Conservación y el Desarrollo Sostenible (FCDS), firmaron un convenio de cooperación que tiene la finalidad de aunar recursos técnicos, humanos y logísticos para avanzar en la cero deforestación.
La idea es generar, intercambiar y validar datos geográficos, estadísticas y metodologías de procesamiento de información con el fin de identificar, analizar y hacer seguimiento a escala detallada de los cambios de uso del suelo, por ejemplo.
Así mismo, se hará seguimiento a los procesos de deforestación presuntamente relacionados con la siembra de cultivos de palma de aceite en los municipios de Puerto Concordia, San Juan de Arama, Vista Hermosa, Puerto Rico y Mapiripán en el departamento del Meta y Sabanas de la Fuga en Guaviare por medio de imágenes satelitales de alta resolución.
El primer estudio de línea base de deforestación asociada a la palma de aceite en Colombia, elaborado por el Ideam, para el periodo 2011-2017, mostró que los cultivos de palma de aceite no han sido un motor de deforestación en el país. (Lea: Qué está haciendo Fedepalma para combatir el cambio climático)
De acuerdo con los resultados mientras en Colombia se deforestaron 1’108.386 hectáreas entre 2011 y 2017, únicamente 0,4 % (4.455 ha) fueron convertidas a cultivos de palma de aceite.
No obstante, el fenómeno de deforestación en Colombia se ha incrementado notablemente a partir de 2016, y es principalmente la Amazonia colombiana la región que ha experimentado más pérdida de bosque, alrededor de 516 mil hectáreas entre 2016 y 2020.
En este sentido, Fedepalma y la FCDS vienen adelantando acciones de monitoreo y seguimiento a procesos de deforestación en zonas ecológicas estratégicas de la Amazonia.
Dentro de estas actividades, en el año 2018, se realizó un sobrevuelo conjunto, en el que se ratificó la presencia de algunas plantaciones de palma en el arco noroccidental Amazónico, más específicamente en el municipio de San José del Guaviare y por ello es muy oportuno un trabajo mancomunado de sectores públicos y privados con presencia en la zona.
Según el presidente ejecutivo de Fedepalma, Jens Mesa Dishington, “este acuerdo ratifica la voluntad y compromiso del sector palmicultor con el desarrollo sostenible, promoviendo el respeto por las riquezas naturales y culturales del país, y por lo tanto, orienta todos sus esfuerzos, en la materia, al rechazo de cualquier tipo de cultivo o actividad agrícola en bosques o áreas protegidas”. (Lea: Firman contrato para hacer frente al cambio climático en cultivos de palma)
Agregó que “somos conscientes de las altas tasas de deforestación en el país, que han promediado las 175.000 ha/año en los últimos 10 años, y del reciente aumento en la deforestación en la Amazonia, especialmente en el suroccidente del Meta y el norte del Guaviare. Esta problemática se ha puesto de manifiesto en numerosos reportajes que señalan que la deforestación en esta zona está principalmente relacionada con actividades criminales de minería ilegal, lavado de activos, cultivos de coca o acaparamiento irregular de tierras, entre otras”.
Por eso, dijo que “todo aquel que realice siembras ilegales no hace parte de nuestra cadena de valor, ni de los valores que se promueven en el sector palmero colombiano; desde Fedepalma, defendemos la legalidad, las buenas prácticas en la búsqueda de la sostenibilidad de nuestra agroindustria y los entornos palmeros, y trabajamos por una palmicultura libre de deforestación en Colombia”, subrayó el dirigente gremial.
Mesa Dishington recalcó que Fedepalma ha venido trabajando, en conjunto, con el Ideam y otras entidades como el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo y 28 empresas de la cadena de palma de aceite y siete ONGs ambientales, con el propósito de fortalecer la sostenibilidad del sector y asegurar una agroindustria libre de deforestación.
A su turno, Rodrigo Botero García, Director ejecutivo de la FCDS, precisó que este convenio consolida la voluntad del sector de cultivadores de palma de aceite de no avanzar en áreas de la Amazonia, no acrecentar la frontera agropecuaria, ni intervenir zonas en las que se ponga en riesgo la cobertura forestal, garantizando una producción responsable y comprometida con la no deforestación. (Lea: Palmeros le apuestan a la tecnología para hacer frente a la variabilidad climática)
Consideró además que “abre también el camino para garantizar a consumidores con conciencia ambiental, la trazabilidad del cultivo y la producción de la palma de aceite en el marco de la no deforestación. Un proceso al que otros gremios también deberán sumarse en el camino de construir una vía cierta hacia el desarrollo sostenible del país”.