Cenicaña dio a conocer varias recomendaciones para que los productores minimicen los efectos que puede traer la falta de agua. Tenga en cuenta aspectos como el riego, las labores mecanizadas y la fertilización. En algunas regiones rurales del país, la escasez de agua ya empieza a generar afectaciones, como disminución en productividad y rendimiento. A ello hay que añadir que las proyecciones climáticas proporcionadas por el Centro de Investigación de la Caña de Azúcar, Cenicaña, muestran que el valle del río Cauca atraviesa por su segunda temporada seca, la cual inició desde mediados de junio y se extenderá hasta mediados de agosto. Es por ello que la entidad dio a conocer varias recomendaciones para tener en cuenta durante las labores de riego, mecanización y fertilización, en especial para aquellos periodos en los cuales la sequía se prolonga. (Lea: Déficit de agua se convierte en amenaza para maiceros tolimenses) Para el riego * Planear la realización del riego del periodo seco. * Programar las labores de reparación y mantenimiento de la red de riego, incluidos el llenado de reservorios y la limpieza de canales de conducción. * Acordar turnos de captación de aguas superficiales con los usuarios de la misma fuente de agua. * En suelos con alto contenido de balasto o fragmentos de roca, y donde se tenga tubería con compuertas, instalar mangueras de bajo costo con goteros o con perforaciones. * En suelos que sufren de grietas, lo ideal es regar con más frecuencia, de acuerdo con el balance hídrico, para evitar aperturas en la tierra de manera excesiva. Durante el riego * Se recomienda siempre realizar un control administrativo del riego. (Lea: Encienden las alertas en Meta por la llegada de la temporada seca) * Si para usted como productor es viable, económicamente, use el riego por aspersión para germinación hasta 4 meses. En caso de que el periodo de sequía se prolongue, procure utilizar el sistema por 8 meses. * Taponar los surcos al final para evitar pérdidas. * Reutilizar los excedentes de agua en el riego. * Distribuir los residuos de caña picados para conservar la humedad del suelo. En labores mecanizadas Previo a llevar a cabo este tipo de actividades, Cenicaña recomienda hacer el estudio detallado de suelos para identificar la profundidad de los perfiles de texturas livianas y establecer la profundidad óptima de laboreo, y así no se propicie la percolación del agua, en lo posible, hacer la roturación unos 10 centímetros por encima del perfil de textura liviana. Si en la zona en la que usted se encuentra hay condiciones extremas de sequía, lo ideal es evaluar los riesgos de renovar, ya que la poca disponibilidad de agua para los riegos de establecimiento del cultivo podría afectar la germinación de la planta. En pocas palabras, haga coincidir el plan de siembra con la disponibilidad de agua para aspersión o la época de la estación lluviosa. (Lea: Cambio climático) Una vez esté en labores de mecanización evite hacer esta actividad de forma intensiva, sobre todo en las operaciones de renovación ya que “un suelo demasiado mullido es susceptible a los procesos de erosión y degradación de la materia orgánica”, indicó la entidad. También tenga presente que en suelos con bajo contenido de humedad los requerimientos de potencia de la maquinaria aumentan, en consecuencia se incrementan los consumos de combustible. Por último, en los periodos secos la compactación del suelo es menor durante la labor de cosecha, esto permite aplazar la labor de roturación en las socas, uno o 2 meses, para evitar altos consumos de agua con los primeros riegos. Y en la fertilización La entidad explicó que los cañicultores deben tener en cuenta una buena nutrición con potasio, previo al proceso de fertilización, lo que garantiza el uso eficiente del agua. Para ajustar la dosis de aplicación tanto de este químico, como del nitrógeno, se deben seguir las recomendaciones ofrecidas por el Sistema Experto de Fertilización, SEF. Durante la fertilización, lo ideal es que en plantillas y socas coincida uno de los riegos de establecimiento con el de acompañamiento de la fertilización. Este riego debe ser liviano, por ejemplo, una lámina entre 20 y 30 milímetros. (Lea: “Verano actual es el peor en historia del Cesar”: gobernador Monsalvo) Si la fertilización es mecanizada, el riego se debe realizar después de la misma; pero si es manual, el riego se debe realizar antes de esta labor.