En el manual ‘Cultivo y ensilaje de avena (avena sativa L) en el trópico alto del departamento de Nariño’ de Agrosavia, expone que el manejo integrado de plagas y enfermedades de esta especie vegetativa consiste en la combinación, por parte de los productores, de métodos eficaces, posibles, económicos y amigables con el medio ambiente.
Para hacer ese manejo integrado se debe primero conocer las principales plagas que afectan el cultivo de avena:
Áfidos o pulgones: Este virus Macrosiphum avenae es propagado por áfidos o pulgones en los cereales. Los daños que ocasiona este organismo son severos e irregulares, con síntomas en la avena que se observan desde la segunda semana de la emergencia. (Lea en CONtexto ganadero: Avenas forrajeras, alternativa nutritiva en trópico alto)
Estos signos se relacionan con que la extremidad de las hojas presentan rigurosidad, se enrojecen y cuando aparece la hoja bandera, adquiere una coloración rojiza púrpura con secamiento en las variedades sensibles.
Cuando las plantas afectadas alcanzan un porcentaje alto en campo, los rendimientos disminuyen significativamente, como lo menciona el manual.
Estas plagas deben controlarse cuando las plantas tengan entre una y tres hojas y se observen las primeras poblaciones que inoculen el virus en las primeras dos semanas del cultivo.
Chizas o cuzos: De acuerdo al manual, en varias regiones del trópico alto de Colombia existen más de 50 especies de chizas del orden Coleoptera, concretamente de la familia Melolonthidae, que atacan varios cultivos.
Este virus es conocido como cuaresmeros o gusanos blancos, y son especies de grandes poblaciones que aparecen en los meses de lluvias entre septiembre y diciembre. Los daños que causa son complejos porque reducen entre 60 y 90% la población de plantas y afectan los rendimientos y la calidad del grano, en especial en suelos que han sufrido procesos de degradación y pérdida de materia orgánica.
Gorgojos del grano almacenado: Esta es la plaga más común y una de las más destructivas en épocas de cosecha, pues se alimentan del endosperma de los granos, lo cual produce pérdidas importantes en los rendimientos y en la calidad de los granos almacenados.
El gorgojo del grano mide entre 3 y 4 mm, no vuela y las hembras perforan los granos, donde depositan los huevecillos, que demoran de 4 a 14 días en incubar dependiendo de la temperatura ambiente y la humedad relativa.
Para prevenir y controlar los gorgojos del grano almacenar es necesario identificarlos, conocer sus condiciones de propagación y su biología, por lo que las medidas de manejo son la higiene y las inspecciones periódicas. (Lea en CONtexto ganadero: Agrosavia libera avena forrajera que tendrá menor costo en el mercado)