La iniciativa liderada por Corpoica, con el apoyo del MinAgricultura, busca establecer los pasos a seguir para el control y manejo de los gusanos “barrenador” y “anillador”.
La Corporación Colombiana de Investigación Agropecuaria, Corpoica, lidera con el apoyo del Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, un minucioso estudio para determinar cuáles son las medidas que se tomarán para el manejo y control de los insectos denominados 'gusano barrenador', también conocido como tornillo o taladrador, y 'gusano anillador', que están atacando los árboles de guayaba “Psidium guajava L” en la provincia de Vélez, ubicada al sur del departamento de Santander.
Se trata específicamente de las provincias del Bajo Ricaurte y Vélez, en donde los científicos encontraron que estas especies están provocando daños significativos en los tallos de los árboles y que en ataques severos pueden ocasionar la muerte y el secamiento total de las especies afectadas. (Lea: Con $5.400 millones fortalecen cadenas productivas de Caldas)
“El gusano anillador, como su nombre lo indica, se alimenta y destruye la corteza externa del árbol, consumiéndola en su totalidad hasta cubrir totalmente el ruedo del tallo principal y provocando un secamiento lento de las ramas secundarias y terciarias del árbol atacado, mientras que el gusano taladrador o tornillo, ataca el corazón del tallo principal, provocando la formación de túneles a lo largo del tronco y también de las ramas secundarias, produciendo a su vez un amarillamiento paulatino del follaje de la planta hasta desencadenar un secamiento severo y muerte total de la plan, especialmente en árboles menores de 5 años de edad”, explicó Orlando Insuasty Burbano, líder de la investigación del Centro de Investigación de Corpoica, Tibaitatá.
“Esta investigación debió iniciar hace 20 años”, Asohofrucol
Para Álvaro Ernesto Palacio Peláez, gerente general de la Asociación Hortifrutícola de Colombia, Asohofrucol, en esta zona y en el departamento de Boyacá las plantas industriales cerraron y no tienen producción porque no adoptaron las prácticas necesarias para el cultivo de guayaba.
“Los campesinos no han sido cultivadores sino recolectores de guayaba, nunca han hecho una práctica cultural ni de la mosca de la fruta ni de estas 2 especies de gusanos. Esas son las consecuencias de la falta de agricultura, los árboles envejecieron porque nunca se establecieron cultivos y lo que hay que hacer es establecer cultivos con variedades industriales”, señaló el dirigente gremial. (Lea: “Aquí no hay políticas de desarrollo rural”: Asohofrucol)
Según Corpoica, aunque los gusanos no producen daño en los frutos, el incremento de las poblaciones de estos insectos y el daño en los árboles en la región de la provincia de Vélez podría en el futuro reflejarse significativamente en una disminución del área sembrada y un impacto económico negativo para los agricultores.
Con recursos de cofinanciación del Ministerio y bajo el impulso de una agenda interna que promueve la Investigación, el Desarrollo y la Innovación, Corpoica adelantará los estudios que conduzcan al conocimiento de la naturaleza, hábitos de vida, biología, taxonomía y comportamientos con el agroecosistema que puedan utilizarse como insumos para el futuro diseño de estrategias de control y manejo integrado antes que se coloque en riesgo el futuro del árbol de guayaba de la región. (Lea: Papaya de Córdoba se consumirá en Canadá)
“Tanto el Gobierno nacional como el departamental están en la obligación de suministrar ese conocimiento, de educar a la gente, porque pocas plantas tienen materia prima. Lo que pasa es que nunca se han interesado por el campo y nunca se ha desarrollado una economía alrededor de este fruto”, puntualizó Palacio Peláez.