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Foto: Juan Carlos Dominguez

Las capacitaciones y entrenamiento al personal técnico y científico de 12 países tienen como objetivos elaborar estudios que generen datos para proyectos capaces de impactar la productividad y las condiciones de sostenibilidad ambiental del sector agrario.

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En Bogotá se lanza el Centro de Excelencia Regional para Latinoamérica y el Caribe en Ciencias de Plaguicidas

por: CONtexto ganadero- 31 de Diciembre 1969

En la sede de la Universidad Nacional se capacitará personal de 12 países en temas como Límites Máximos de Residuos de Plaguicidas y bioplaguicidas.

En la sede del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), en Bogotá, se presentó el Centro de Excelencia Regional para Latinoamérica y el Caribe en Ciencias de Plaguicidas (CECP), una iniciativa del IICA, la Universidad Nacional de Colombia, la Fundación de Usos Menores (MUF) y el Servicio Agrícola en el Exterior del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA-FAS).

El Centro de Excelencia tiene como objetivo entrenar personal técnico y científico en la realización de estudios que generen datos para proyectos capaces de impactar la productividad y las condiciones de sostenibilidad ambiental del sector agrario.

El entrenamiento, en campo y laboratorio, lo impartirán cinco profesores de las facultades de Ciencias y Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional, en las instalaciones del alma mater; además, contarán con el apoyo de la Fundación de Usos Menores.

La constitución del Centro de Excelencia es el resultado de un convenio entre la Universidad y el IICA y tendrá una duración de dos años. Inicialmente se entrenará personal de Honduras, Costa Rica, Panamá, Colombia, Ecuador, Bolivia, Chile, República Dominicana y Perú.

Precisamente, los científicos y técnicos de estos nueve países participaron en el lanzamiento del Centro, el lunes 26 de junio, mientras que durante la semana en curso recibirán entrenamiento en las dos iniciativas que tiene a cargo del Centro de Excelencia: Límites Máximos de Residuos de Plaguicidas y el llamado Proyecto 753 de STDF.

La primera, de conformidad con el Codex Alimentarius, un Límite Máximo de Residuos (LMR) es el nivel más alto que se permite legalmente en los alimentos o piensos cuando los plaguicidas se aplican correctamente, conforme a las buenas prácticas agrícolas (BPA), condición imprescindible para el comercio internacional.

Vale la pena señalar que el Codex es una colección de normas, directrices y códigos de prácticas sobre normas alimentarias destinados a proteger la salud del consumidor y promover prácticas justas en el comercio de alimentos.

La segunda iniciativa, el Proyecto 753 de STDF promueve la disminución de los residuos de plaguicidas, el uso de bioplaguicidas y las opciones de control integrado de plagas en cultivos que se exporten desde las Américas, con el propósito de mejorar el cumplimiento de los Límites Máximos de Residuos (LMR) de plaguicidas y facilitar el comercio agrícola.

Dicho proyecto tiene énfasis en el tema de género, por lo que orienta sus actividades en la participación y la transferencia de tecnologías para las mujeres.


Acerca de los LMR y los bioplaguicidas


Como se anotó atrás, los Límites Máximos de Residuos (LMR) establecidos por el Códex Alimentarius son las concentraciones máximas de residuos de plaguicidas que puede contener un producto sin que representen afectaciones para la salud humana.

Los bioplaguicidas o plaguicidas biológicos, por su parte, son insumos desarrollados a partir de materiales naturales con el fin de controlar plagas y enfermedades en las plantaciones.

Por último, la puesta en funcionamiento del proyecto contempla el establecimiento de una estrategia regional encaminada a mejorar el suministro de productos fitosanitarios para cultivos menores y la elaboración de un programa de divulgación para promover el uso de bioplaguicidas entre los agricultores.

Los resultados del proyecto beneficiarán a los productores y exportadores, los formuladores de bioplaguicidas, al sector oficial que traza las políticas regulatorias, así como a las instituciones de extensión de los 12 países participantes.

El proyecto lo apoyan la Fundación de Usos Menores, el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA), Interregional Research Project No. 4 (IR-4), el programa agrícola del Servicio Estatal Cooperativo de Investigación, Educación y Extensión del USDA, la Universidad Nacional de Colombia (UNAL), la Universidad de Buenos Aires (UBA) y la Universidad de Costa Rica (UCR).

Por el sector privado están vinculados CropLife, Avance Pasiflora, Bioprotección Global y la Asociación Colombiana de Bioinsumos (Asobiocol).