Aunque el Gobierno ha reiterado que el incentivo al almacenamiento del arroz se acaba, los productores lo ven como una necesidad para ayudar a estabilizar los precios y beneficiar al país.

Así lo planteó el gerente de la Federación Nacional de Arroceros (Fedearroz), Rafael Hernández Lozano, durante el Encuentro Nacional de Presidentes de Comités que contó con la participación del brasilero Sergio Dos Santos, quien mostró cómo en su país existe una figura parecida.

Mientras en Colombia el gobierno dice no más al incentivo al almacenamiento del arroz, en Brasil con otro gobierno de izquierda como el de Lula se tiene una serie de ayudas que se ofrecen para la cosecha de arroz.

Habló del «bono, que no es nada diferente al incentivo al almacenamiento que se tiene en Colombia y eso lo que demuestra es que es necesario y que no es un subsidio al productor sino una ayuda al país para que haya suficiente abastecimiento, se guarden los excedentes temporales para ser utilizados en el primer semestre que se produce menos arroz».

La otra posibilidad que se tiene si se quiere acabar el incentivo sería la de revivir el viejo Idema con algunas modificaciones y que es una entidad encargada de comprar las cosechas a los productores y es una figura que existe en diferentes países, aunque en el caso de Colombia se acabó por la corrupción que se presentó. (Lea en CONtexto ganadero: El Niño, un fenómeno que preocupa a los arroceros de Colombia)

Mientras se toma alguna decisión al respecto, el gobierno ha dicho que no va a haber mas incentivo y por eso la petición de Fedearroz al Ministerio de Agricultura es que haya al menos incentivo a los productores para que el programa de secamiento en finca tenga éxito.

«La idea es que el agricultor pueda guardar y para ello se necesita un apalancamiento financiero para poderlo hacer. Con el actual incentivo hay una porción para el productor y otra para la industria. Y si la idea es acabar con ese apoyo a la industria que por lo menos mantenga el de los agricultores para que puedan guardar el arroz porque eso tiene un costo financiero, uno de mantenimiento, etc.», sostuvo el dirigente gremial.

Otras dificultades

Otro de los problemas que afronta el sector arrocero en estos momentos es la falta de mano de obra que, de acuerdo con lo dicho por Hernández, es un fenómeno nacional que se presenta en casi toda la ruralidad colombiana y eso puede atentar contra la seguridad alimentaria del país.

Indicó que los sistemas de producción de arroz en Colombia han cambiado, pues anteriormente la mayoría era lo que se conoce como arroz riego y menos secano. Ahora es al revés, debido a que no hay distritos de riego, en especial en regiones como los Llanos Orientales donde hay varios ríos y no se tiene la infraestructura para llevar agua a las fincas.

A pesar de ello, en departamentos como Casanare el área cultivada con arroz ha venido creciendo de manera importante. (Lea en CONtexto ganadero: Fedearroz alerta por posible incremento del área sembrada del cereal)

Así mismo se refirió al TLC con Estados Unidos y el plazo hasta 2030 para que se termine la desgravación arancelaria. Por lo pronto, está previsto que al año 2027, cuando el arancel se rebaje a 18 %, ya el sector debe haber alcanzado la competitividad necesaria para enfrentar ese arroz importado y subsidiado.

El dirigente también se refirió al tema de las semillas nativas frente a lo cual señaló que “aquí se vuelve nativo lo que se sembró hace años y que se trajo de otros países y que se volvieron nativas porque nadie las volvió a reproducir, algunos campesinos la siguen sembrando, pero el arroz es originario del sudeste asiático”.

En cambio, lo que sí merece destacarse, de acuerdo con el dirigente gremial, es el trabajo que la Federación viene haciendo con los híbridos, de los cuales ya hay dos que se encuentran en la etapa de multiplicación y todavía no han salido al mercado.

«Es muy importante la oferta tecnológica que tiene la Federación para beneficio de todos los arroceros del país y lo más importante es que se haga conjuntamente con el Ministerio», concluyó.