El gerente general de Fedearroz dijo que “el cambio climático viene para quedarse” y que el único sector que se prepara para afrontarlo es este. Sin embargo, mencionó que es necesario un mayor control sobre el manejo del agua. En el marco del XXXVIII Congreso Agrario Nacional, que organizó la Sociedad de Agricultores de Colombia, SAC, el gerente general de la Federación Nacional de Arroceros, Fedearroz, Rafael Hernández Lozano, aseguró que el manejo del agua en el país ocasiona que los productores del campo se vean afectados en materia de siembra, sobretodo, porque el problema se acentúa con el cambio climático. “En el caso del agua de riego, si nosotros analizamos qué ocurre con las represas, vemos que la mayoría están destinadas a la generación de energía y no del riego. Es muy complicado pensar que podemos ser una despensa de alimentos, cuando no tenemos riego. Es una situación que vive el sector agrícola desde hace mucho tiempo”, manifestó. (Lea: Sistemas de riego: aliados estratégicos para la ganadería) El dirigente también indicó en el evento que desde 1950 no se hacen megadistritos en el país, los últimos fueron durante el Gobierno de Mariano Restrepo, con los cuales se podía sembrar cualquier producto en el verano, pero hoy ninguno de ellos tiene un embalse. “En época de lluvia los ríos se desbordan y no hay dónde guardar el agua ni cómo regular el caudal de los ríos. Hay que adecuar los distritos de riego, antes de construir unos nuevos, luego tener un manejo del líquido durante el invierno, para poderla abastecer durante el verano. Algunas de las necesidades que tienen este tipo de infraestructuras son: la adecuación y el mantenimiento de la canales y la maquinaria, y por último los esquemas de administración”, explicó Hernández. Si embargo, según el gerente de Fedearroz, el Gobierno hace más de 10 años resolvió entregar en propiedad los distritos de riego a las asociaciones de usuarios, “en principio está bien, pero el problema es que estos distritos, vendiendo únicamente agua, nunca serán autosuficientes y no tienen la posibilidad de reconstruir un canal, modificar una presa, comprar una retroexcavadora; el resultado es el deterioro de los mismos y algunos solo usan entre el 60 % y 70 % de su capacidad”. (Lea: 3 distritos de riego beneficiarán a 237 familias en Quindío) Para Rafael Hernández, si un activo tan valioso como un distrito de riego se entrega a asociaciones de usuarios que no tiene capital de trabajo ni recursos para administrarlo, porque el Estado renunció a la responsabilidad de administrar y suministrar el agua, tiene como consecuencia la falta de operación de los mismos. “El Estado debe recuperar el manejo del agua en el país, todos los años se vuelve más difícil porque los ríos, por lo menos en Tolima, tienen menos del 50 % del caudal causal y lo que ocurre es que el distrito sobrevende agua para poder subsistir, después lo que sucede la reducción en el caudal del río y se empiezan a hacer rotación de canales; por ello, un arroz, cuando está en periodo crítico, le quitan el agua 4 días, quien termina perdiendo es el productor”, agregó el vocero de la federación. A su vez, el gerente general de la Federación Nacional de Arroceros manifestó que deben haber alternativas para este problema que tiene el sector agropecuario nacional. Entre ellas se destacan la adecuación de los distritos de riego y la construcción de reservorios con represas, mediante asociaciones público – privadas. (Lea: Déficit de agua se convierte en amenaza para maiceros tolimenses) “La construcción de los nuevos distritos no la veo muy clara por el tema del presupuesto de la nación. Estas infraestructuras que se construyeron en 1950 fueron pagadas en plazos de 25 años por los productores, cada año había que pagar una cuota, pero no se volvieron a hacer, y ahí es donde me preocupa el compromiso del Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural de aumentar el área de siembra a un millón de hectáreas y sustituir las importaciones, porque lo que se está buscando es lograr la competitividad en la siembra”. En ese sentido, Hernández Lozano propuso una alternativa de corto plazo, como los pozos profundos, ya que en el país el 94 % del área se irriga con agua superficial y el agua subterránea no llega al 10 % en las diferentes regiones agropecuarias. (Lea: Firman alianza por $12 mil millones para construir distrito de riego en Urabá) “Hay que financiar pozos profundos, por lo menos, como riego complementario en una etapa de estiaje, en la que se dé inicio a la economía del agua y la rotación de cultivos como maíz o algodón. Si nosotros no logramos que haya suficiente infraestructura de riego, será muy difícil poder conseguir la competitividad, especialmente en áreas nuevas”, puntualizó el gerente general de Fedearroz.