El café robusta se convierte ahora en una “manzana de la discordia” entre el gobierno y la Federación Nacional de Cafeteros. Aunque ambas partes están de acuerdo que se puede sembrar, cada uno está haciendo el trabajo por aparte.

Así quedó evidenciado en el 92 Congreso Nacional de Cafeteros que se celebra en Bogotá y donde el gremio dice que el tema debe estudiarse más, antes de recomendar la siembra de esta variedad, mientras que el gobierno anuncia que ya está haciendo pruebas con el sector privado, diferente a la Federación.

Según la ministra de agricultura, Jhenifer Mojica, hay regiones en particular en donde esta variedad puede ser una posibilidad. Colombia lleva 20 años de investigación sobre el tema, Agrosavia tiene unas líneas muy claras, por ejemplo, se ha visto cómo funciona en Tumaco, con un paquete tecnológico que se ha venido diseñando, “tenemos una alianza con la industria privada trasnacional con la que queremos explorar alternativas de robusta”.

Añadió que “estamos pensando en el robusta por ejemplo para el Pacífico, en temas de la transformación territorial y la política antidrogas. También tenemos unas iniciativas de robusta en la altillanura, tenemos que sentarnos con los privados”. (Lea en CONtexto ganadero: Estos son los retos de la caficultura en que trabajan unidos gobierno y cafeteros)

Agregó que “ya iniciamos unas primeras alianzas de robustas con unas empresas que ya han venido mostrando resultados y eso es una línea que nos puede ayudar a sustituir importaciones de café”.

Durante su intervención en el Congreso Cafetero, la funcionaria invitó a los cultivadores a pensar en este tipo de café como una fuente de desarrollo económico y social, por ejemplo, para comunidades negras en el Pacífico.

La propuesta de la ministra sobre la siembra de robusta, un café de menor calidad, en regiones para sustituir cultivos ilícitos generó críticas de los caficultores por cuanto el país tiene 42 líneas de café arábigo para ampliar el parque cafetero sin desmejorar la calidad.

Responde la Federación

Ante la propuesta de la ministra, el gerente de la Federación Nacional de Cafeteros, Germán Bahamón, recordó que desde el primer día que entró a la Federación como gerente ha hablado de robustas, de la necesidad de que con seriedad y responsabilidad se trabaje en la identificación de oportunidades de robusta en Colombia, no cerrar las puertas sino abrirlas. (Lea en CONtexto ganadero: Los cafeteros se proponen aumentar el consumo interno y conquistar más consumidores internacionales)

“Hay una ventana de oportunidad de robusta en el mundo, lo que no somos capaces de hacer en este momento es recomendar una variedad que no hemos testeado en nuestros campos, que no sabemos cuál es la productividad que generará en términos de cargas por hectárea y, por ende, la competitividad de este producto agrícola con respecto a otros mercados como el brasilero donde lo hacen de una manera extensiva, con recolección mecánica, con una productividad de hasta 200 cargas por hectárea”, señaló.

Por eso, dijo, se quiere trabajar de la mano con Agrosavia, con los industriales, con Asoexport, con el gobierno y que la Federación lidere porque cuenta con un centro de investigación como Cenicafé que ha demostrado que tiene la capacidad de hacer una recomendación en beneficio de la prosperidad de los caficultores.

“No queremos hacerlo solo por un afán, sino de manera responsable y seria y el día que la Federación quiera recomendarlo que esté tranquilo el productor que no se le va a causar un daño a él y a su familia”, afirmó el directivo.

A ello se suma que Colombia ha tenido la imposibilidad de ser competitiva en maíz y en soya, dos cultivos que si se ponen a la par de la robusta, necesitan lo mismo: infraestructura, mucho capital detrás, largas extensiones de terreno, recolección mecánica, baja rentabilidad unitaria, pero con volumen una alta rentabilidad.

Por todo ello “debemos hacer un análisis serio y responsable, identificar las zonas en las cuales esto podría ser, acompañados del gobierno con infraestructura y con los industriales para poder, en algún momento, sustituir las importaciones a partir de estos cultivos”.(Lea en CONtexto ganadero: Se abren importantes oportunidades para cafés especiales colombianos)

Lo que sí va a hacer la Federación, indicó, es el diseño de una estrategia comercial para dos productos complementa distintos en una categoría como el café e identificar cuáles son los clientes para poder entender a quién se le va a vender cada producto sin que haya, en ningún momento, una afectación de lo que “nos ha costado construir durante 96 años que es la marca país Café de Colombia y que se basa en los atributos de calidad en taza”.

En todo caso dejó claro que el que quiera sembrar robusta en Colombia puede hacerlo porque no hay nada ni nadie que se lo impida, lo mismo para exportarlo.