Expertos aseguran que en cualquier cultivo agrícola hay varios hongos que son capaces de mejorar la calidad de la tierra. La clave está en su cuidado y en la disminución del uso de agroquímicos.
En la historia de la agricultura expertos han podido determinar que los microorganismos del suelo son de vital importancia para el desarrollo de cualquier cultivo. En la rizosfera, un ambiente en el que convergen las bacterias, las raíces y el mismo suelo, se desarrolla una variedad de formas microbianas, las cuales contribuyen en la transformación de nutrientes como el fósforo; por ello, del cuidado de estas depende la consecuión de mejores productos.
Estas bacterias, más conocidas en Colombia como abonos orgánicos, promueven y benefician la nutrición y el crecimiento de las plantas, se asocian de forma natural a las raíces y facilitan indirecta o directamente el acceso a nutrientes como nitrógeno, fósforo y agua, además de producir sustancias denominadas fitohormonas, que son las promotoras del crecimiento vegetal. (Lea: Sin fertilización no hay forraje y sin pasto no hay producción de leche)
Un estudio del Centro de Biotecnología y Genómica de Plantas, Cgbp, de la Universidad Politécnica de Madrid y el Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria, ha determinado que poner en contacto cualquier planta con un microogranismo como el Colletotrichum tofieldiae puede aumentar el número, tamaño y/o peso de las semillas, frutos y flores del vegetal. En otras palabras, el uso de la bacteria genera que la planta tenga mayores recursos a su disposición.
“En el sector agronómico son bien conocidos los hongos del género Colletotrichum, ya que a él pertenece una gran cantidad de patógenos de los cultivos. Sin embargo, dentro de este género, existen especies que no causan daño a la planta huésped, sino que pueden resultar beneficiosas”, asegura el estudio.
¿Cómo preservarlos?
Jesús Rivera, ingeniero agrónomo de la Asociación Hortifrutícola de Colombia, Asohofrucol, en diálogo con CONtexto ganadero explicó que el agricultor, sin importar si es grande, mediano o pequeño, puede llevar a cabo prácticas que contribuyen con la conservación de los microorganismos y también a producir más de ellos. (Lea: 19 lugares para comprar insumos agropecuarios a bajo precio)
“Hay prácticas sencillas que el agricultor puede aplicar para tener acceso a ese tipo de microorganismos. Una de ellas es la preparación de biocompuestos o biopreparados, las cuales han sido difundidas entre los productores del campo, también en el mercado hay una buena cantidad de productos asequibles, que contribuyen a la generación de más microorganismos en el suelo. Hay bacterias que no están en el suelo como las microrrizas, los cuales tienen la propiedad de aumentar la fijación de nitrógeno en la tierra y que se consiguen en las casas comerciales”, indicó Rivera.
El ingeniero agrónomo también sostuvo que el agricultor debe tener en cuenta herramientas como el compostaje y que para ello debe tener sitios adecuados para prepararlo, conocer las condiciones de humedad y de sol en la región, vigilar de manera constante la mezcla y contar con la asesoría de un técnico especializado.
“Los microorganismos son un insumo valioso para la producción de los cultivos y sin ellos no hay descomposición de la materia orgánica, están encargados de mantener la humedad, la retención de los nutrientes y darle soporte a las plantas”, puntualizó Rivera. (Lea: Abonos orgánicos líquidos aceleran proceso de compostaje)
Con el uso de microorganismos, no solo se puede mejorar la calidad de la tierra. La conservación de estas bacterias se convierte en un gran aliado para los agricultores debido a que no deberá hacer uso de agroquímicos o podrán al menos disminuir su uso.