Las plantas capturan energía solar con sus hojas verdes por medio de la fotosíntesis. La energía es convertida en carbohidratos para su crecimiento y uso posterior. Conozca cuáles son las tres fases de crecimiento.
Álvaro Rincón Castillo, investigador de Agrosavia, explica que para seleccionar nuevos materiales forrajeros y disponer de información sobre crecimiento de los pastos ya liberados o usados por los ganaderos, es importante conocer el crecimiento de cada material y su capacidad de produccion de biomasa. (Lea: ¿Qué le pasa a su pasto de corte luego de ser cortado? Conozca 2 reglas de oro)
En general, el crecimiento de las plantas presenta un comportamiento que se puede representar mediante una curva sigmoidal que tiene tres fases con diferentes velocidades de crecimiento.
Fase exponencial: Esta fase es lenta al comienzo, pero posteriormente aumenta de forma exponencial por el mayor número de células con capacidad de crecimiento. Durante esta fase predomina la división celular y hay aumento de peso en las primeras etapas de crecimiento.
Los pastos que entran en descanso después del pastoreo tienen pocas hojas y menos capacidad de realizar fotosíntesis. Las plantas tienen un crecimiento lento y deben utilizar parte de los carbohidratos almacenados en sitios de reserva como tallos, coronas, raíces, rizomas.
Fase lineal: En la segunda fase, periodos iguales de tiempo corresponden a los mismos incrementos de crecimiento, es decir, el incremento de peso seco es constante durante esta fase. Las plantas tienen más hojas y su crecimiento es rápido. Su fotosíntesis es mayor, lo cual les permite almacenar carbohidratos y aumentar en longitud, volumen y peso.
Durante esta fase se puede ver la mayor recuperación de potrero. La fotosíntesis de la planta es mayor a la respiración y por tanto existe una alta acumulación de materia seca de buen valor nutricional.
Al finalizar esta fase, los pastos ya han producido una adecuada área foliar y es el momento óptimo para que el forraje sea aprovechado por los animales, momento que dura de 25 a 35 días. (Lea: Manejo del pasto, clave para aumentar la productividad del ganado)
En esta la calidad nutricional del forraje disminuye a medida que la edad del pasto aumenta. Hay más cantidad de tallos, la proporción de pared celular se incrementa y la concentración de proteína cruda disminuye.
Fase de senescencia: El crecimiento vegetativo de la planta se detiene en esta fase y la fotosíntesis disminuye debido al sombreo de las hojas superiores. Además, la energía capturada se utiliza para la floración y formación de semillas.
Esta etapa comienza cuando la yema apical se transforma puesto que deja de emitir hojas para construir en su lugar una inflorescencia. Las demás yemas quedan latentes y hay movimiento de nutrientes de las partes bajas hacia las estructuras florales. La calidad nutritiva de las partes vegetativas baja considerablemente. La cantidad de materia seca puede disminuir por secamiento y caída de hojas.
Un buen manejo de praderas requiere un equilibrio entre producción y calidad nutricional de forraje mediante la aplicación de los principios de crecimiento de las plantas. El mejor momento para iniciar el pastoreo es inmediatamente después del crecimiento rápido y antes de la maduración o de la floración y producción de semillas.