El ser humano para señalar algo usa los dedos. Los caballos tendrían que usar las pezuñas, pero es algo que no se ve a menudo según los etólogos (quienes estudian el comportamiento de los animales); sin embargo, los equinos se hacen entender a su manera: moviendo las orejas.
Así, lo explicó al diario El Mundo una de las investigadoras de la Universidad de Sussex del Reino Unido, que ha llevado a cabo este experimento. Se trata de Jennifer Wathan, quien asegura que “cuando un caballo apunta las orejas hacia delante, le está señalando a otro equino que ahí hay algo de su interés”. (Lea: El caballo como parte del cambio rural en las ciudades)
Según explica Wathan, los caballos conviven con otros animales a los que conocen muy bien, a pesar de que no se mantienen juntos como una manada, sino que “se reúnen y luego se dispersan”, e incluso se acercan a relacionarse con equinos de otros grupos, lo que quiere decir que hay una “necesidad de mantener relaciones sociales que pueden considerar valiosas”, un hecho que los etólogos suelen considerar como “detonante de la evolución de las habilidades sociales y de la comunicación avanzada”.
En este sentido, la investigación “puede ayudarnos (etólogos) a entender mejor el motivo de la evolución de las habilidades comunicativas en las personas. Saber más acerca de la comunicación de los caballos es sólo una pieza del rompecabezas que puede revelar secretos acerca de nuestro propio idioma”, agregó la experta.
Wathan y Karen McComb, investigadoras de la Universidad de Sussex, comentaron que la etología se ha centrado en el uso del lenguaje corporal de los seres humanos, teniendo en cuenta la orientación del cuerpo, cabeza y mirada, aspectos que para los caballos son fundamentales.
“Las expresiones faciales para los equinos son fundamentales en la comunicación, ya que al parecer los caballos examinan antes la expresión detallada de los ojos y las orejas, que la posición de la cabeza”, señalaron los expertos. (Lea: ¿Qué es el aforo de pasturas?)
Según Wathan, este estudio “es un recordatorio para que los seres humanos miren más allá de sus limitaciones y reconozcan que otras especies pueden comunicarse de otras formas que las personas desconocen".
Muy pronto, el diccionario equino
Durante el experimento, mientras los caballos se comunicaban entre ellos para señalar objetos de interés o para guiarse por un camino concreto, las etólogas recogieron una serie de información de expresiones faciales mediante vídeos y fotografías para su posterior traducción.
Con la información de los equinos se busca crear un código de señales con significado universal y elaborar una base de datos, a modo de diccionario.
Por ahora, el diccionario, bautizado EquiFACS, está en su primera fase de desarrollo y solo describe los movimientos de los animales, por lo que todavía no ofrece el significado exacto hasta que se complete el trabajo previo de codificación.
Para llevar a cabo EquiFACS, Wathan y McComb han recogido fotografías documentando las expresiones de los caballos y las utilizaron a tamaño natural para mostrárselas a otros ejemplares ofreciéndoles mensajes concretos, como por ejemplo, señalar el lugar correcto en el que se encuentra el alimento. (Lea: Autoridades aprenden a reconocer hierros para marcar ganado)
Así pudieron confirmar que la posición de ojos y orejas es especialmente importante en su comunicación, incluso más que los relinchos o la posición de la cabeza, ya que durante el experimento descubrieron que al tapar estos rasgos faciales, el caballo receptor mostraba dificultades para interpretar correctamente el mensaje; así como también pudieron apreciar que los equinos juzgaban de forma diferente el mensaje en función de la identidad del caballo de la foto, lo que para las etólogas sugiere que los rasgos faciales individuales también pueden ser importantes en la comunicación de estos animales.