En una explotación ganadera de Valencia, España, se creó este fertilizante que no tiene olor y aporta altos nutrientes a la tierra. Según su creador, es ideal para huertos caseros gracias al proceso de higienización. Conozca qué pasa con el líquido restante. En el Centro de Estudios, San Ramón, de la Universidad Politécnica de Valencia, el ingeniero de proyectos Bernat Chuliá Peris, creó un fertilizante orgánico, el cual se caracteriza por ser el primero que no tiene ningún tipo de olor y conservar su alto poder nutritivo para la tierra. El secreto proviene de la boñiga de bovinos. El desarrollo se dio en la explotación ganadera valenciana Granja San Ramón, mediante el uso de la planta de biogás que tienen en sus instalaciones. Esta empresa familiar, ubicada en la localidad valenciana de Requena, fue pionera en la utilización de los residuos de sus 2.500 reses para fabricar energía y también transformar el metano del estiércol en energía eléctrica y térmica. (Lea: Ganaderos ‘verdes’ buscan el sello orgánico para sus productos) El ingeniero químico de la empresa, explicó que este nuevo abono surge a partir del subproducto digestato, el cual que queda después de transformar los restos del ganado en energía. “Esto lo que ha permitido es sacar el máximo provecho a la planta de biogás y que la granja tenga residuo cero en su actividad”. El experto indicó que este producto es ideal para los huertos caseros ya que no tiene olor, gracias al proceso de higienización y desinfección del sustrato, y también carece de elementos químicos por su alto contenido en nitratos y sales minerales. “Hemos conseguido que el estiércol vacuno, que tradicionalmente se usaba en agricultura, lo pueda tener cualquier persona en su casa porque no tiene ningún problema de olor, ni de higiene por el contenido de microorganismos, ni ocasiona ningún tipo de problema”, afirmó Chuliá. Según el ingeniero, el resultado es “un fertilizante perfecto”, hecho a partir de un proceso innovador con la planta de biogás y su transformación posterior que, al carecer de aditivos, ofrece unos “rápidos resultados” en las plantas, “muy visibles en las partes que más nos gustan: hojas, frutos y flores”. (Lea: Ganexpo trae a Colombia H2H, fertilizante orgánico de alta calidad) Junto con este fertilizante sólido, de la planta de biogás también sale un líquido que han caracterizado como biofortificante porque aporta a las plantas las sustancias que necesitan para combatir plagas, enfermedades o cambios bruscos en el ambiente. “Actúa además como regenerador del suelo porque es capaz de mejorar el ecosistema que se crea en el suelo y que hace que las raíces interactúen bien con las materias, lo que proporciona un desarrollo más óptimo de los cultivos”, explicó el ingeniero. La dosis recomendada para aplicar este fertilizante en una matera, de 17 centímetros de diámetro aproximadamente, es de 50 gramos. El secreto está en humedecer la tierra, luego aplicar el producto de tal manera que se cubra la superficie y volver a agregar agua. Esta actividad se debe repetir cada 15 días. Por sus características, el fertilizante ‘Bonora’ está destinado al uso doméstico y la empresa tiene previsto su lanzamiento al mercado a finales del primer trimestre del año que viene. (Lea: Con residuos orgánicos, lixiviados y lombricompuestos realizan abonos)