Investigadores en Argentina han logrado emplear el sustrato de zanahoria como combustible limpio para darle una nueva alternativa a la industria de producir bioetanol y proteger el medio ambiente.

El bioetanol, descrito también como ‘combustible verde’, hasta la fecha era producido a partir de maíz o de la caña de azúcar. Pero gracias a un desarrollo presentado por científicos de Argentina y España, llegaría a considerarse como combustible ‘naranja’, esto debido a que un nuevo método descubierto en la provincia de Santa Fe generaría bioetanol con residuos de zanahoria.

Investigadores de la Universidad Nacional del Litoral, UNL, de la Universidad Nacional de Educación a Distancia, UNED, en España, y científicos del Centro Educativo Latinoamericano, han trabajado por cerca de 12 meses en este tema y encontraron que los residuos de la zanahoria sirven como sustrato de fermentación. (Lea: Ahora será posible medir el impacto de los biocombustibles en el planeta)

“Cualquier producto que posea hidratos de carbono, ya sean simples o complejos, puede convertirse en etanol por fermentación alcohólica”, le dijo al diario ‘El Mundo’ María Rojas, investigadora del departamento de Química Inorgánica y Química Técnica de la UNED, y responsable del proyecto.

El bioetanol es un compuesto químico obtenido a partir de la fermentación de azúcares que puede usarse como combustible. La zanahoria posee entre un 8% y un 10% de azúcares simples y un 1% de almidón, pero nunca se había utilizado con esta finalidad. “Los restos de las zanahorias no tienen únicamente utilidad energética. La pulpa resultante del proceso puede servir para alimentar animales, extraer carotenos (los compuestos que le dan su característico color naranja), muy utilizados en la industria farmacéutica y alimentaria, o incluso para consumo humano”, puntualiza Rojas.

En Colombia, apuestan por aumentar la mezcla de etanol

De acuerdo con la Asociación de Cultivadores de Caña de Azúcar de Colombia, Asocaña; una de las más grandes apuestas para este 2014 es estimular la producción y el consumo de biocombustibles; y las energías renovables y alternativas que generen biomasa deben ser una de las estrategias para obtener resultados eficaces, solo si hay un verdadero compromiso y apoyo por parte del Gobierno y la industria. (Lea: Los biocombustibles alzan vuelo en Colombia)

“Este año se espera que entre en funcionamiento la planta de ‘Ecopetrol Bioenergy’ en el segundo semestre, que va a requerir que se aumente la mezcla para absorber dicha producción, por lo cual todo estos avances son importantes. Vale la pena mencionar que diversos estudios han evidenciado buenos resultados en el parque automotor en mezclas hasta de 20%”, afirman.

¿Biodiésel con base en escamas y aletas de pescado?

La empresa vietnamita de procesamiento de pescado Hiep Thanh Seafood ha venido trabajando en la recopilación de sobrantes de los pescados deshuesados. Se trata de más de 81 toneladas de residuos: escamas, vísceras, espinas. Algo que a los ojos de cualquiera podría ser basura, pero en realidad es un bien valioso, ya que los restos de pescado pueden generar energía. (Lea: Los residuos del agro se posicionan como fuente principal de bioenergía)

Similar a la colza, jatropha y otras plantas oleaginosas, la grasa de los desechos de pescado se puede utilizar para producir biodiésel. Para esto, se extrae el aceite de pescado, y se modifica químicamente mediante la adición de metanol. No todos los peces son aptos para este procedimiento: el requisito fundamental es un alto contenido de grasa. Únicamente se pueden procesar los pescados grasos como el salmón o el tiburón pangasio.

En países como Honduras, Finlandia y Vietnam, los productores pesqueros ya tienen experiencia en la producción de biodiésel a partir de restos de pescado. Sobre todo en el sudeste de Asia hay un gran interés en esta tecnología: seis de los diez mayores productores de la industria pesquera se encuentran en la región. Vietnam es el tercer mayor productor acuícola del mundo y líder en la exportación de tiburón pangasio.