La contaminación de los cursos de agua, ríos y estuarios en el mundo por insecticidas agrícolas está subestimada y tiene un impacto devastador en los ecosistemas acuáticos, reveló una investigación alemana publicada en Estados Unidos. Los autores analizaron 838 estudios publicados entre 1962 y 2012 analizando 2.500 sitios acuáticos en 73 países para determinar si las concentraciones de los 28 pesticidas más utilizados excedía los límites autorizados. (Lea: Uso de biológicos permite tener una leche libre de contaminantes) En el 97,4 % de las muestras, los análisis indican en efecto la ausencia de cantidades medibles de insecticida, "pero también la inexistencia de seguimiento científico de esas sustancias en alrededor del 90 % de las superficies cultivadas del mundo", escriben los científicos cuyos trabajos fueron publicados en la rendición de cuentas de la Academia estadounidense de Ciencias, PNAS. Pero "la comprobación más importante es que en los sitios acuáticos donde se detectaron insecticidas, 52,4 % de contenido que superaba ampliamente los límites legales en el agua o los sedimentos". Los altos niveles se registraron aún en los países donde los insecticidas están fuertemente reglamentados. La creciente contaminación por insecticidas provoca una reducción de la biodiversidad acuática, advierten los científicos. Según ellos, los niveles de concentración actualmente autorizados acarrean ya una disminución de un 30% de los macroinvertebrados bentónicos, de pequeños animales que viven en el fondo de los ríos. (Lea: Mosca de los cuernos causa daños económicos en la ganadería) Por lo tanto, la integridad biológica de los recursos globales en agua dulce está amenazada, concluyeron. En este estudio, "nos concentramos en los insecticidas debido a su fuerte potencial tóxico para los organismos acuáticos que son esenciales para un buen funcionamiento de ese ecosistema", explican los autores. La amplitud del impacto de los pesticidas agrícolas en las zonas acuáticas podría estar subestimada debido a la falta de análisis cuantitativos extendidos. La intensificación de la agricultura significó un aumento de más de 750 % de la producción de pesticidas entre 1955 y 2000, una industria que representa un mercado de USD50 mil millones en el mundo.