En los últimos años, han surgido Iniciativas en distintos países del mundo, incluido Colombia, que le apuestan al uso de estos organismos para la recuperación de fuentes hídricas, implementando procesos que generan energías limpias y contribuyendo al cuidado del medio ambiente.
Una de estas es el proyecto europeo SaltGae que, a base de microalgas, está logrando la reducción de las aguas contaminadas que resultan de la industria agroalimentaria, que utiliza métodos costosos y poco ecológicos para tratar estos vertidos.
De acuerdo con los investigadores, el modelo podría aplicarse "in situ" en las plantas industriales, siendo más barato y ecosostenible que el tratamiento tradicional. (Lea: Con algas descontaminarían fuentes hídricas afectadas con petróleo)
Según Silvio Mangini, director técnico del proyecto, el proceso de las microalgas dentro del proyecto SaltGae prevé la utolización de agua procedente de las centrales lácteas. Esta se purifica antes de pasar a la segunda etapa, en la que contribuirá el desarrollo de microalgas.
"A partir de ahí, las cosechamos. Una parte del agua tratada está depurada y ya no contiene sustancias contaminantes, y por otro lado disponemos de biomasa, que es un producto con un alto valor añadido, y que podrá venderse en el mercado, después de haber sometido las algas a estrictos controles de calidad”, dijo.
Un equipo de ingenieros ambientalistas de la Universidad Drexel (Estados Unidos) creó un sistema que utiliza un biorreactor de alta densidad para eliminar diversos compuestos de las aguas residuales en forma simultánea. (Lea: Algas fosilizadas ayudarían a recuperar suelos agrícolas)
El sistema, basado en sistemas de lodos activados, agrega algas para una mejor remoción del nitrógeno. Las algas tienen la capacidad de eliminar hasta el 80 por ciento del nitrógeno de las aguas residuales, según informaron los investigadores.
En Colombia, el médico Jaime Gutiérrez desarrolló un sistema de purificación de cuerpos de agua contaminados que usa la potencialización de microalgas, que proviene de métodos usados por el profesor indio V. Sivasubramanian que devolvió la vida al contaminado lago Mainath.
“Este es un proyecto que utiliza microalgas para limpiar el agua a la vez que genera energías limpias. Con este proyecto podríamos lograr, por ejemplo, que sectores que no tengan acceso a alcantarillado lo puedan tener, porque además es un proyecto autosostenible”, explicó.
Hace algunos años se hizo una prueba piloto en el complejo cenagoso Santiago Apóstol que desemboca el Arroyo Grande de Corozal (Sucre), donde usaron un fotoradiactor que da “mejores condiciones a las algas”. (Lea: Preste atención a la microbiología patógena en el agua del ganado)
“Nosotros lo que hacemos es identificar los tipos de microalgas que se encuentran en el cuerpo de agua en el que vamos a trabajar, los tomamos y metemos en el fotoradiactor donde se van a potencializar, luego que estén fortalecidas pasan a purificar las aguas”, explicó Gutiérrez.