Una alternativa para contrarrestar la falta de disponibilidad de forraje durante la época seca es la conservación de forraje, el cual puede ser mediante ensilado. Es por esta razón que, en un estudio realizado por Jonathan Garay Martínez, Fernando Lucio Ruiz, Juan Eduardo Godina Rodríguez, Santiago Joaquín Cancino, Jorge Alonso Maldonado Jáquez y Lorenzo Granados Rivera se evalúa el ensilado de soya y el pasto buffel.

Esta investigación tuvo como objetivo analizar el valor nutritivo de tres combinaciones de forraje S50B50 (50% forraje de soya y 50% forraje de pasto buffel), S25B75 (25% forraje de soya y 75% forraje de pasto buffel) y B100 (100% forraje de pasto buffel). (Lea en CONtexto ganadero: La soya, un sistema productivo con variadas oportunidades)

Estas mezclas fueron seleccionadas para explorar cómo la inclusión de forraje de soya, una planta rica en proteína y energía, podría mejorar la calidad nutricional del ensilado en comparación con el uso exclusivo de pasto buffel.

Se evaluaron varias variables nutricionales: proteína cruda (PC), fibra detergente neutro (FDN), fibra detergente ácido (FDA), extracto etéreo (EE) y energía metabolizable (EM).

Los resultados en cuanto a proteína cruda indicaron que una mayor concentración de PC se traduce en un mejor aporte de aminoácidos esenciales para los rumiantes. El tratamiento S50B50 mostró los valores más altos de proteína cruda, con 128 gramos, en comparación con los 65 gramos observado en el B100.

El extracto etéreo, que mide el contenido de grasas y aceites en el forraje, es importante para proporcionar energía concentrada. El ensilado S50B50 también superó a B100 en este aspecto, con 28 g frente a 21 g, lo que sugiere que la inclusión de soya mejora el aporte energético a través de lípidos.

En cuanto a la fibra detergente neutro y fibra detergente ácido, el tratamiento B100 presentó los valores más altos de FDN (692 g) y FDA (408 g), en comparación con S50B50 que mostró 513 g y 355 g, respectivamente. Estos resultados sugieren que, aunque el pasto buffel es una buena fuente de fibra, su combinación de forraje de soya mejora la digestibilidad total del ensilado.

La energía metabolizable es fundamental para satisfacer los requerimientos energéticos de los rumiantes, durante la sequía. Los tratamientos S25B75 y B100 mostraron valores similares de energía metabolizable (1.43 y 1.54 Mcal kg), mientras que S50B50 se destacó con un incremento del 15%, alcanzando 1.71 Mcal kg. Esto reafirma la ventaja de combinar soya y pasto buffel para optimizar el aporte energético. (Lea en CONtexto ganadero: Conozca por qué el pasto buffel es ideal para la alimentación bovina)

Finalmente, el estudio concluyó que el uso de soya en la formulación de ensilados no solo mejora la calidad proteica y energética del forraje, sino que también ayuda a reducir la concentración de fibra detergente, facilitando una mejor digestibilidad y aprovechamiento de nutrientes por parte del ganado.