Las buenas prácticas agrícolas, BPA, son una de las alternativas que están usando gremios del sector agricola para trabajar en pro de la sostenibilidad. Es el caso de Cenipalma que ha venido implementándolas de forma conjunta con los palmicultores en sus plantaciones.

Cenipalma trabaja con los agricultores de palma de aceite para obtener los mejores resultados basados en sanidad, productividad y sostenibilidad, donde este último aspecto se ha convertido en bandera dentro del gremio. Conozca la forma en que esta organización impulsa las BPA. (Lea: Firman contrato para hacer frente al cambio climático en cultivos de palma)

Alex Cooman, director general de Cenipalma, indica que en los últimos años este tema se ha convertido en uno de los más importantes debido a todas las investigaciones que se encuentran realizando, de tal forma que se pueda aportar a la sostenibilidad del medio ambiente.

En palabras de Cooman, “el aceite debe producirse con unos parámetros de calidad cada vez más exigentes de tal forma que produzca un menor impacto ambiental. Además es fundamental que se tenga más consciencia social y un valor agregado. Por esta razón, buscamos que se evolucione en la palmicultura para dar respuesta a las exigencias que se tienen hoy en día en el mercado”.

De esta manera, desde la entidad se trata de fomentar e impulsar el uso de las buenas prácticas agrícolas, de tal forma que sean los mismos palmicultores los que se interesen por implementarlas y por generar una mayor calidad en sus productos y servicios.

Según Cooman, “para nosotros es sumamente importante que el aceite tenga una calidad intrínseca muy importante, significa que este producto sea de la mejor calidad posible para la salud de las personas que lo consumen. Pero además de eso, cada vez es más importante la inocuidad del proceso detrás del aceite, el impacto ambiental con el cual se produjo y el beneficio social que está dejando”. (Lea: Participe en la XV Reunión Técnica Nacional de Palma de Aceite)

Eso va acompañado de una estrategia que busca tener un paisaje palmero biodiverso en donde el entorno de la plantación debe basarse en un buen manejo ambiental con áreas de conservación y con curadores biológicos.

Desde Cenipalma se está trabajando en el fortalecimiento del manejo ambiental de las plantaciones y plantas de beneficio mediante prácticas con mayor sostenibilidad.

“Lógicamente me refiero a menos uso de plaguicidas, fortalecimiento de control biológico pero también a la introducción de especies de más cobertura, de plantas leguminosas para así generar más biodiversidad dentro de los lotes productivos”, asegura Cooman. (Lea: “Unidos por una palmicultura próspera y sostenible”)

Finalmente, dentro de la parte social, Cenipalma está impulsando a las empresas a que no solo cumplan la legislación vigente de BPA, sino que también influya de forma positiva en el bienestar de los palmicultores a pequeña escala, trabajadores del sector y de las comunidades en todas las áreas de influencia en que se desarrolla la actividad.