Los expertos Otoniel Pérez López y Guillermo Alonso Bueno Guzmán explicaron cómo realizar el cultivo de esta planta en tierras de la Orinoquía, en tanto que el proyecto Ganadería Colombiana Sostenible detalló cómo establecerlo para bancos mixtos de forraje (BMF).
En el artículo “Cultivos forrajeros para alimentación de bovinos”, los funcionarios de Agrosavia revelaron que la planta de caña de azúcar se puede usar como corte, acarreo y picado para suministro en fresco a los animales, o en ensilaje en mezclas con Cratylia argentea.
Para la siembra, se recomienda realizar la labranza de acuerdo con las características físicas de los suelos. Por ejemplo, en suelos franco-arcillosos, se recomiendan uno o dos pases de cincel y uno o dos pases de rastra; en suelos franco-arenosos, la intensidad de la labranza es menor.
Los autores añadieron que en pequeñas áreas o en sitios donde no se puede usar maquinaria, primero se elimina la maleza con un herbicida sistémico y luego se hace el surcado en forma manual. (Lea: Conozca las ventajas y procesos de selección de la caña de azúcar)
La siembra se hace al chorrillo continuo en surcos separados a 1,20 m. El material semilla está conformado por trozos de caña con tres yemas, al cual debe realizarse un tratamiento de desinfección con la mezcla de 50 g de Dithane y 50 cc de Furadán 50 por cada 20 litros de agua.
Luego se aplica un herbicida preemergente inmediatamente después de realizada la siembra, para evitar problemas con malezas durante el establecimiento del cultivo en los primeros tres meses. La fertilización se debe realizar de acuerdo con el análisis de suelos.
No obstante, cuando el suelo es muy ácido y con altos contenidos de aluminio, se debe incorporar 500 a 1000 kg/ha de cal dolomítica y 250 a 500 kg/ha de roca fosfórica. Al mes de la siembra, se mezcla y aplica por hectárea 100 kg de DAP, 100 kg de cloruro de potasio y 100 kg de urea.
Posteriormente, cuando el cultivo tiene cuatro meses de edad, se hace otra aplicación con las mismas cantidades de urea y cloruro de potasio que se emplearon en la primera fertilización. Después de cada cosecha se aplican 100 kg de cada uno de superfosfato triple o DAP, cloruro de potasio y urea.
Siembra de caña de azúcar en BMF
Por otra parte, el proyecto GCS señaló que para el establecimiento de una hectárea de caña de azúcar en terreno plano, se necesitan ocho toneladas de semilla. Para ello, se toman de un lote de primer corte o el más joven (entre siete y nueve meses de edad), y se cortan los tallos en trozos que tengan cuatro entrenudos.
Con el fin de agilizar el transporte de las estacas y facilitar la siembra, se deben armar paquetes con varios trozos que se amarran con las hojas verdes de la caña. Hay que manejar con cuidado los tallos para no dañar las yemas germinales y sembrarlos lo más pronto posible.
Para la siembra en terreno plano, se debe preparar el terreno haciendo surcos de 10 a 15 cm de profundidad y a una distancia de 1 a 1,20 máximo 1,50 m. En terreno inclinado, se siembra en curvas a nivel, aumentando la distancia entre surcos a medida que aumenta la inclinación.
La enmienda en suelos muy ácidos se hace aplicando en el fondo del surco cal agrícola, cal dolomítica (cal con magnesio) o calfos. En zonas de ladera, se adiciona fósforo al momento de la siembra. (Lea: La caña de azúcar, alternativa de alimentación para el ganado)
Luego, se siembran los trozos a chorro continuo, en forma horizontal, traslapando el último entrenudo con el primero del siguiente trozo. Hay que cuidar que las yemas queden a los lados de la zanja, y no hacia el fondo, para facilitar el brote. Luego se cubren los trozos con tierra.
La caña germina al cabo de 10 a 20 días y solo se resiembra si en el surco hay vacíos mayores de un metro. Durante la época crítica por competencia de plantas invasoras, comprendida entre los 15 y 120 días después de sembrada o cortada la caña, se deben efectuar dos controles de arvenses con cultivadora, o a mano con machete, azadón o pala.
Manejo del cultivo
a. Cuatro meses después de la siembra, luego del segundo control de arvenses, se aplican de dos a cuatro toneladas /ha de gallinaza o abono orgánico. (Lea: Conozca las ventajas de la caña de azúcar en los sistemas silvopastoriles)
b. Hay que hacer el aporque o recubrimiento de la base de la caña después de la segunda abonada. El aporque se hace con el fin de proteger las raíces y el abono aplicado, mejorar el soporte de la planta durante su crecimiento y evitar el volcamiento.
c. El primer corte para forraje se puede hacer a los 10 meses de establecido el cultivo. Las cañas maduras, de más de 18 meses de edad o de cortadas, presentan cambios en la composición de los azúcares sin que se afecte su calidad nutricional.
d. En el momento de la cosecha para forraje, se corta el lote por parejo sin dejar cañas atrás; corte a ras de tierra, no dejando trozos de caña que faciliten la entrada de hongos, bacterias o plagas que ocasionen la pudrición de la planta o dañen el rebrote.
e. Se debe dejar la hojarasca que queda en el campo después de la cosecha, sin quemarlos para evitar la erosión y conservar la fertilidad del suelo. La hojarasca se acomoda entre los surcos, descubriendo la cepa, para prevenir enfermedades y facilita el rápido y vigoroso rebrote.
f. Hay que aplicar abono orgánico luego del corte, usando de dos a cuatro toneladas de gallinaza por hectárea o su equivalente en estiércol compostado bovino, porcino o caprino. Los cortes se realizan cada 45 a 70 días, dependiendo de las condiciones bioclimáticas.