El keyline o línea clave es un método de cosecha del agua que controla la escorrentía, evitando la erosión del suelo, y aprovechando mejor el líquido. Aprenda cómo lo puede aplicar en el terreno montañoso de su propia finca para almacenar el recurso hídrico.
El “Keyline” es un método creado en Australia hace aproximadamente 70 años por Percival Alfred Yeomans, creador también del arado que lleva su apellido, para usar los flujos de agua de lluvia, aprovechando mejor este recurso y disminuyendo la erosión del suelo.
En CONtexto ganadero hablamos de su importancia especialmente en regiones donde el volumen de las precipitaciones es elevado y los terrenos son inclinados. (Lea: Controle la escorrentía de lluvia y permita el riego por inundación rápida del terreno)
Andrés Rodríguez, médico veterinario zootecnista con posgrado en Producción Tropical Sostenible y otro en Nutrición Animal, explicó que el sistema permite infiltrar el agua lentamente hasta el subsuelo, alimentando de esta manera los mantos freáticos.
“El ‘keyline’ es una canal que hacemos para disminuir la velocidad del agua y que esta, en vez de que se vaya por las vertientes, se vaya por la canal hacia las laderas, y luego se vaya por infiltración”, puntualizó en su momento el médico veterinario en este medio.
Pero como describió el portal de Cultura Empresarial Ganadera, la “línea clave” es un sistema de “captura, conducción, infiltración y almacenamiento del recurso lluvia para generar reservorios naturales de agua para nuestros cultivos y cosechas, agrícolas o ganaderas”.
Como explicó el artículo de Ruperto Córdoba y Michael Rúa Franco, el agua fluye de las partes altas hacia las bajas, por lo cual los valles se mantienen más húmedas que las crestas. (Lea: ¿En qué consiste la práctica de la permacultura aplicada a la ganadería?)
Con el keyline, el patrón natural de flujo del agua cambia, de modo que en lugar de descender de forma directa, el líquido se mueve horizontalmente por las partes del terreno y va formando reservorios a lo ancho de la pendiente, haciendo que el terreno se mantenga húmedo.
En un video del canal Más humus, Raquel Gómez, especialista en diseño hidrológico con keyline, sostuvo que con este método el productor decide hacia dónde llevar el agua desde las vertientes hacia las laderas. (Lea: ¿En qué consiste el arado Yeomans?)
“De esta forma, en lugar de abandonar el rancho o la finca rápidamente después de una tormenta, se vaya infiltrando despacito y quedándose en el terreno para beneficio del suelo y de las plantas”, aseguró. Si desea conocer más sobre el tema, vea el siguiente video.
Según Córdoba y Rúa Franco, no importa que el terreno no sea montañoso, pues siempre se puede buscar la manera de hacer los reservorios aprovechando el relieve natural de cada predio pues todos tienen “un cierto desnivel” que se puede modificar para retener el agua.
“P.A. Yeomans inventó para este trabajo lo que se denomina ahora como el apero Yeomans”, también conocido como el arado Yeomans, del cual hablamos hace unas semanas en CONtexto ganadero. (Crónica: Ecoganadería: el equilibrio justo entre ambiente y producción)
Es una herramienta adaptable a una máquina agrícola (tractor), que surca el subsuelo sin voltear la superficie, de tal modo que las zanjas o surcos que se van formando se constituyen en las vías de conducción natural del agua, desde y hacia donde necesitemos movilizarla y/o distribuirla.
Para ellos, se trata de una alternativa “para no seguir desperdiciando el agua lluvia”, sino que más bien constituye “un «regalo» invaluable (…) para la cosecha de agua para los productores que apuestan por la Ganadería Racional”.