Con la eliminación de desechos frutales, una constante reparación de canales por donde el agua es evacuada y un análisis del suelo, se pueden prevenir desastres en los predios.
Luego de los largos meses de verano que afectaron ostensiblemente los diferentes cultivos en todas las regiones del país, la lluvia comenzó a aparecer en departamentos como Tolima, Chocó, Santander y el interior del país. Es por ello que los diferentes agricultores colombianos deben comenzar a considerar diferentes acciones para evitar posibles inundaciones en sus hatos.
Alexander Navas Panadero, docente e investigador de la facultad de Ciencias agropecuarias de la Universidad de la Salle, en Bogotá, asegura que “los diferentes productores agropecuarios del país deben establecer cultivos considerando las necesidades hídricas de sus terrenos. Por esta razón, es sumamente importante conocer cómo son las precipitaciones de la zona donde se va a realizar la siembra, así, cada cultivador podrá saber cuánta cantidad de agua cae en su plantación para poder definir si necesita un nuevo sistema de riego o como está puede obtener el desempeño deseado del cultivo”.
De acuerdo, con el Instituto Colombiano Agrícola, ICA, es necesario tener un especial control de mitigación en cerca de ocho cultivos en los que las enfermedades y plagas pueden incrementar inundaciones y efectos ambientales. Las plantaciones son arroz, guanábana, mango, aguacate, palma de aceite, café, plátano banano, caña panelera, papa y caucho. (Informe especial: El efecto dominó que causa la crisis del sector lácteo).
En cultivos como el arroz, uno de las sembradíos más afectados por el exceso de agua, se debe hacer un monitoreo constante del crecimiento de las plantas utilizando semillas certificadas y contar con una nutrición adecuada y un profundo análisis del suelo.
Asimismo, según Navas Panadero, para controlar las inundaciones en los terrenos, se deben eliminar las frutas sobremaduras, realizar un continuo mantenimiento de canales en las fincas, erradicar plantas afectadas y, en la medida que puedan los propietarios de los hatos, establecer franjas fitosanitaria, mantener óptimas condiciones de luz y humedad, y establecer semilleros con material saludable y amigable con el medio ambiente. (Firman convenio para reactivar zonas económicas afectadas por inundaciones).