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Podas de formación en el cultivo del marañón

Foto: youtube.com/@agrosaviatv

agricultura

Cómo podar el árbol del marañón para maximizar su producción

por: Melanny Orozco- 31 de Diciembre 1969

El cultivo del marañón ha tenido un crecimiento representativo en Colombia. ¿Cuándo se debe hacer la poda de formación?

La poda es una de las prácticas agronómicas más importantes para el manejo adecuado del árbol de marañón (anacardium occidentale). Según la Corporación colombiana de investigación agropecuaria (Agrosavia), esta técnica es fundamental para mejorar tanto las condiciones sanitarias como la productividad del cultivo. (Lea en CONtexto ganadero: Tips para un manejo agronómico exitoso del marañón)

Esta técnica consiste en la eliminación de la planta, permitiendo una estructura equilibrada que maximice la eficiencia en la captura de la radiación solar y optimice la producción de frutos.

La poda de formación se inicia desde el primer año de establecimiento en campo y tiene como finalidad estructurar la planta de manera que garantice un crecimiento adecuado y homogéneo. Esta práctica es clave para lograr una copa bien distribuida, con ramas principales resistentes y bien orientadas, lo que permite mejorar la ventilación y el acceso a la luz solar, y a la vez, reducir el riesgo de enfermedades y optimizar la producción futura.

Para que la poda de formación tenga éxito, es importante seguir algunas recomendaciones técnicas brindadas por Agrosavia, que contribuyan al correcto establecimiento y desarrollo del árbol de marañón:

1. Desde los primeros meses del establecimiento en campo, es fundamental eliminar los brotes emitidos por el patrón, también conocidos como chupones. Estos brotes no productivos restan energía a la planta y pueden dificultar el desarrollo del tallo principal. Asimismo, se deben retirar los brotes laterales del clon, con el propósito de favorecer el engrosamiento y fortaleza de la rama principal.

2. Para garantizar un crecimiento óptimo, se recomienda realizar una poda a 60 cm de altura con el fin de mantener un tallo principal bien definido. Esta práctica busca eliminar la dominancia apical, favoreciendo el crecimiento y distribución de las ramas principales de la copa. De este modo, la planta dirige sus recursos hacia la consolidación de una estructura firma y bien balanceada, en lugar de desarrollar múltiples tallos débiles.

3. Un aspecto esencial en la poda de formación es la selección de las ramas primarias. Agrosavia recomienda dejar entre tres y cuatro ramas principales, distribuidas de manera equidistante en la copa (una por cuadrante). Estas ramas primarias serán la base estructural del árbol, dando origen a las ramas secundarias, terciarias y cuaternarias. Durante este proceso, se deben eliminar aquellas ramas que crecen en el mismo punto o que presentan un crecimiento vertical, ya que pueden generar competencia entre ellas y afectar la adecuada distribución del follaje.

4. En los dos primeros años de crecimiento del marañón, es frecuente la aparición de inflorescencias prematuras. Sin embargo, es recomendable eliminarlas, ya que su presencia demanda un alto consumo de nutrientes, lo que afecta el desarrollo general de la planta. Si se permite que el árbol invierta sus recursos en la floración temprana, su crecimiento estructural puede verse comprometido, reduciendo su potencial productivo en el futuro. (Lea en CONtexto ganadero: Marañón, una planta con mucho potencial)