La INTA de Argentina publicó la cartilla ‘Mi casa, mi huerta – Técnicas de agricultura urbana’, en donde se evidencian experiencias y recomendaciones para establecer una huerta casera. Pero, ¿por qué es importante en Colombia y cómo se puede implementar? El Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria, INTA, de Argentina puso a disposición del público la cartilla ‘Mi casa, mi huerta – Técnicas de agricultura urbana’, la cual contó con la ayuda del Ministerio de Desarrollo Social, quienes desarrollaron el Plan Nacional de Seguridad Alimentaria. El objetivo de este proyecto era mejorar la alimentación de la población que habita en áreas urbanas, periurbanas y rurales. Dicha guía le da a conocer a los lectores las opciones más sostenibles para el establecimiento de una huerta casera, lo que hoy se denomina la agricultura urbana. En ella también se habla de términos como la producción sostenible, el ahorro de recursos hídricos, energéticos y de insumos. (Lea: Panameño lidera cultivo de lechugas con agricultura vertical) “En el caso de la ciudad, tanto el deterioro de los suelos como la falta de espacio son factores que alentaron la búsqueda de alternativas de producción diferentes del cultivo tradicional sobre suelo. En esa línea, las huertas en contenedores también permiten reutilizar muchos materiales inorgánicos y orgánicos que suelen desecharse en los hogares”, indicó el documento. Sin embargo, en Colombia el término de agricultura urbana recién empieza a conocerse, un ejemplo de ello son las siembras que establecieron habitantes de la periferia bogotana con elementos como envases plásticos. Allí cultivan hortalizas, plantas aromáticas y algunas verduras o tubérculos. Al respecto, Luis Carlos Leiva, vicepresidente de la Federación Colombiana de Ingenieros Agrónomos, Fiacol, explicó en diálogo con CONtexto ganadero la importancia de este término en el país, así como las estrategias para ponerlo en práctica. “La agricultura urbana es una opción para que muchos grupos sociales tengan un acceso a algunos alimentos básicos como hortalizas, frutas y plantas aromáticas, ya que tienen la ventaja de cultivarse en pequeñas áreas y son claves en la dieta diaria. No se debe ver como una fuente ingresos, sino como una opción de nutrición”, explicó Leiva. (Lea: En patios de casas urbanas cultivan ajonjolí, arroz y fríjol) Para el vocero del gremio lo primero que se debe tener en cuenta una vez se habla de la agricultura urbana es una política de Estado, donde se involucren a los municipios y entes gubernamentales que apoyen ese tipo de procesos que ya se empiezan a dar en algunas partes. “Primero hay que hablar del interés de la gente, luego de las capacitaciones que deben recibir una vez inició el proceso, también es clave que se cuente con personas expertas que suministren conocimiento para que las personas hagan bien las cosas. Otro aspecto importante es fomentar la asociatividad para que se reduzcan los costos”, puntualizó Leiva.