De acuerdo con el presidente de Fedepalma, los productores deben trabajar en alcanzar la certificación RSPO, aumentar la productividad, y por ende, reducir los costos de producción. Jens Mesa Dishington, presidente ejecutivo de la Federación Nacional de Cultivadores de Palma de Aceite, Fedepalma, habló con CONtexto ganadero sobre los retos que debe enfrentar los productores en las diferentes zonas del país, entre ellos, la comercialización. De acuerdo con el vocero del gremio es conveniente que la agroindustria se enfoque en consolidarse e intensificarse, más que en seguir creciendo aceleradamente. Por ello, trabajan en temas como la exportación con varias comercializadoras en el exterior, que por más de 20 años han llevado productos de manera ininterrumpida a países de Europa, Centro y Sudamérica, entre otros. (Lea: Avanza recuperación productiva de Tumaco) Por ello, el dirigente de Fedepalma aseguró que el futuro de esta agroindustria está en la exportación. “Tenemos que trabajar en el aumento de la productividad y esa es la invitación que le hacemos a los agricultores, que pongan en práctica la receta de las Buenas Prácticas Agrícolas”. Otra de las recetas, según el representante de los palmicultores, es la certificación de la Mesa Redonda de Aceite de Palma Sostenible, RSPO (por sus siglas en inglés), con la cual se logran algunas primas en las ventas de los aceites, es decir, un mejor ingreso. En el país solo hay 2 empresas certificadas, como Daabon, la Estractora Sur del Casanare, y se encuentra en el proceso un pequeño grupo de agricultores de Tibú, en Catatumbo, que tienen el apoyo de Oleoflores S.A., Fedepalma y la Embajada de Países Bajos. “Pero ese no debe ser el objetivo de certificarse, lo que se ha observado es que quienes se certifican pasan por un proceso de repensarse, en el que hay ahorros en costos y proyectos de generación de valor, como la energía eléctrica, lo cual beneficia a la agroindustria porque hay más posibilidades de acceder al mercado. A futuro, quien no obtenga este reconocimiento, difícilmente encontrará opciones para vender su producto”, amplió. (Lea: Sector palmero pide al Gobierno fortalecer lucha contra la PC) Mesa recordó que de este sector se obtienen productos derivados como jabones, aceites comestibles, cosméticos, pinturas, detergentes y biocombustibles, pero que los costos de transporte de una materia prima, como el aceite, son iguales desde Villavicencio a Santa Marta o desde esta ciudad a Europa. “La movilización de este producto tiene un costo por tonelada de 70 dólares y a veces vale más transportar el aceite crudo desde Villavicencio a Santa Marta por el estado de las vías, una falta de tren, de hidro-vías que funcionen. Colombia no puede competir en costos, pero sí en valor agregado y ese es un trabajo que llevamos a cabo con cada núcleo para que diseñen su estrategia en este tema, algunos en la ruta de los alimentos, otros en la de biodiesel. Nuestro futuro es la exportación, siempre y cuando cumplamos con parámetros ambientales y sociales”, explicó el presidente ejecutivo de Fedepalma. Jens Mesa señaló que al analizar la situación del sector también se debe trabajar en el aumento de la productividad. “Tenemos muchos productores que han hecho un enorme esfuerzo sembrando las palmas. Hoy nos toca hacer un esfuerzo similar para ponerlas a producir, de lo contrario sería un pecado”. El sector palmicultor está conformado por pequeños productores, que poseen hasta 50 hectáreas, medianos con hasta 500 hectáreas, y grandes que superan esta última cifra. “Podemos decir que en total son unos 6.000 productores en el país, quienes representan las casi 500 mil hectáreas en los 67 núcleos y es allí donde queremos que se consoliden los planes del sector; creemos en que la unión hace la fuerza, teniendo en cuenta las diferentes realidades”, puntualizó Mesa Dishington. (Lea: Sin innovación no hay competitividad, el mensaje para los palmeros)