Para dar cumplimiento a los requisitos normativos del adecuado desarrollo de la avicultura y preservar el medio ambiente, Fenavi da a conocer los principios básicos del manejo adecuado y disposición de los residuos orgánicos que genera la actividad.
De acuerdo con la Federación Nacional de Avicultores de Colombia, Fenavi, el manejo de residuos orgánicos avícolas se convierte en eje principal para el desarrollo de la actividad y la seguridad alimentaria. Por eso, con el fin de crear conciencia sobre el cuidado del medio ambiente, se realizan capacitaciones para hacer buen uso de los despojos.
“Actualmente, trabajamos de la mano con el Ministerio de Medio Ambiente en todo lo que tiene que ver con la disposición de la gallinaza y la pollinaza porque es un tema que no solamente es de Buenas Prácticas, sino un manejo sanitario, porque si no se composta, se corre el riesgo de que se transmitan enfermedades”, indicó el diálogo con CONtexto ganadero Andrés Rafael Valencia, presidente ejecutivo de Fenavi. (Lea. Aprenda a controlar los malos olores de su granja avícola)
En ese sentido, el gremio avícola en varias oportunidades le ha dado a conocer a los productores los procesos y las características necesarias para la implementación y el manejo de los residuos avícolas.
Una alternativa de disposición final de los residuos generados en las explotaciones avícolas son los ‘cookers’ o digestores, que son equipos o máquinas que procesan los restos, sometiéndolos a un proceso de calentamiento a base de vapor de agua, función similar a una olla a presión.
La ventaja de este proceso, en el que se hidrolizan y se deshidratan vísceras, sangre, mortalidad (restos de ave), entre otros, es la obtención de harinas, cuyo valor proteico varía de acuerdo al residuo procesado.
Otra práctica es la fosa séptica. Se caracteriza por ser un tanque cubierto, hermético, construido en ladrillo, concreto o cualquier otro material resistente. En este espacio se deposita la mortalidad diaria de la granja, con el fin de permitir el proceso natural de degradación y metabolización anaeróbica. Según Fenavi, este es un sistema seguro de disposición final de los residuos. (Conozca este y otros métodos aquí)
El ensilaje de los restos orgánicos de las aves también es un método que permite aprovechar y usar mejor el material, de manera que se previenen las afectaciones negativas al ambiente, como generación de malos olores, proliferación de insectos y roedores, contaminación de suelos y agua y daños en la fauna y flora.
“Todo el tiempo se han estado llevando capacitaciones a los productores y esto hace parte del trabajo técnico de la Federación. Nosotros tenemos varias formas de comunicarnos con los avicultores, las seccionales nos ayudan vía telefónica y voz a voz, contamos con el apoyo de las Umatas y también a través de la divulgación de la información mediante correo electrónico. Cabe resaltar que estos espacios son gratuitos porque se pagan con los recursos del Fondo Nacional Avícola (Fonav) y hemos logrado la capacitación, en este y otros temas, de 18 mil productores en las diferentes regiones del país”, puntualizó Valencia. (Lea: Colombia sigue sin poder exportar productos avícolas)