En el marco de un día de campo, la firma argentina Cervecería y Maltería Quilmes, hizo especial hincapié en las iniciativas que está encarando en su apuesta hacia la agricultura sustentable.
La empresa busca difundir entre sus productores asociados buenas prácticas agropecuarias que ayuden a reducir los efectos del cambio climático, restablecer el bienestar del suelo, reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, aumentar la captura de carbono y que el consumo de agua sea más eficiente, entre otros aspectos clave. (Lea: ¿Qué tanto mejora la producción de leche tras ofrecer levadura de cerveza al ganado?)
Actualmente, la compañía trabaja con 1.189 productores que siembran 315 000 hectáreas con cebada en diferentes localidades de la provincia de Buenos Aires, lo que representa el 30 % de la superficie cultivada en el país, además de 20 000 hectáreas de maíz en las regiones del noroeste y noreste argentino.
En tanto, para que los productores estén conectados de manera continua con la compañía y entre sí, lanzó Agroportal, una plataforma de comunicación que permite sistematizar procesos comerciales, poder compartir buenas prácticas e integrar sistemas de gestión con agilidad y transparencia.
Según explican desde la empresa, entre 2019 y 2021 realizó exportaciones de cebada y malta por más de USD 812 millones, consolidando a la Argentina como el principal proveedor de cebada y malta de Sudamérica y uno de los principales exportadores a nivel mundial. La agroindustria cervecera es el décimo complejo exportador más grande del país y el segundo de mayor crecimiento en los últimos años. (Lea: Cerveza y gaseosa, bebidas que sirven para crear biocombustibles)
De esta manera, una de cada cuatro cervezas que la compañía vende en todo el mundo está elaborada con cebada de la provincia de Buenos Aires.
En línea con sus proyectos hacia la sustentabilidad, el año pasado comenzó un proyecto de agricultura regenerativa a tres años que promueve buenas prácticas agropecuarias, el cuidado del agua y la reducción de emisiones. Para el desarrollo del programa cuenta con el soporte técnico del INTA junto a Soil Capital y Aapresid. El proyecto tiene como objetivo recolectar evidencia científica que permita demostrar el impacto positivo de la agricultura regenerativa en la salud del suelo, su contribución a la reducción de emisiones de carbono y la mejora en la rentabilidad.
Finalmente, otra de las iniciativas que está llevando adelante está relacionada con el maíz, ya que la firma está comprometida a que el cereal se cultive en zonas que no hayan sido deforestadas y cuenta con una herramienta de inteligencia artificial para el monitoreo satelital de campos a través del mapeo de imágenes satelitales para verificar que no hayan sido deforestados.
Fuente: Bichos de Campo.