En el corregimiento de Sevilla, municipio de Zona Bananera, a 65 kilómetros de Santa Marta, se encuentra Caribia, uno de los 13 centros de investigación que tiene la Corporación colombiana de investigación agropecuaria – AGROSAVIA en el país.
Allí se desarrolla una agenda de Investigación, Desarrollo e Innovación que pretende generar productos pertinentes que atiendan las demandas del sector productivo de los departamentos de Magdalena, Atlántico, La Guajira y Bolívar.
Históricamente, Caribia ha sido polo de desarrollo agrícola para la región, gracias a los resultados que se han generado a partir de la investigación básica y aplicada. (Lea: C.I. Caribia da a conocer avances en investigaciones)
Su esfuerzo se ha concentrado en investigaciones para el sector hortícola, al tener en cuenta productos como el ají tipo topito, la ahuyama y la berenjena, esto alineado a las tendencias mundiales que indican que hay un incremento en el consumo de hortalizas, ya que estos vegetales tienen un sinnúmero de beneficios para la salud humana y representa oportunidades comerciales para los agricultores.
La producción de hortalizas en Colombia, principalmente, se ha desarrollado tecnológicamente en zonas de pisos térmicos templado y frio de los departamentos de Boyacá, Nariño, Antioquia y Cundinamarca, lugares donde se cultivan productos como la lechuga, arvejas, habichuela, tomates, cebollas, pimentones, repollos, entre otros.
Sin embargo, en la región Caribe, donde predomina el clima cálido, hay una oportunidad para hortalizas que se adapten a estas condiciones, siempre y cuando se haga con semillas mejoradas y certificadas.
Variedades mejoradas de ahuyama y ají topito
Actualmente, el investigador Máster, Ender Manuel Correa, junto a varios profesionales del Centro de Investigación Caribia, avanza en proyectos de investigación con miras a la obtención de nuevas variedades de ají topito y ahuyama tipo pastelito con atributos agronómicos superiores a los cultivares criollos regionales, como estrategia para la mejora de los rendimientos, calidad del fruto y calidad de semilla requerida en la producción del material de siembra destinado para los nuevos cultivos. (Lea: Agrosavia anuncia proyectos para el desarrollo del agro del Caribe)
Hortalizas en ambientes protegidos
Actualmente, en Caribia también se está realizando un proyecto cuyo objetivo es contribuir al mejoramiento de la competitividad de los sistemas hortícolas de la agricultura familiar, a través de innovaciones tecnológicas para la producción de hortalizas utilizando diferentes tipos de infraestructura, donde se evalúa la producción de diversas especies bajo condiciones protegidas, buscando reducir la vulnerabilidad al cambio climático.
“Con este proyecto buscamos fortalecer la agricultura familiar en la producción de hortalizas en la región Caribe de Colombia, la cual se caracteriza por una producción tradicional expuesta y vulnerable a sequías, inundaciones, altas temperaturas, entre otras condiciones ambientales desfavorables; poco tecnificada y carente de enfoque empresarial”, señala León Pacheco.
La iniciativa, que está próxima a cumplir su primer un año, evalúa también el desempeño agronómico de los cultivos bajo estas condiciones, la viabilidad económica de su implementación y la transferencia de esta tecnología a los productores de la región. (Lea: 42 especies en peligro de extinción son conservadas por Agrosavia)
Recientemente, se realizaron tres talleres con productores de los departamentos de Magdalena, Atlántico y Bolívar, con quienes se busca priorizar las especies de hortalizas que se utilizarán durante el proyecto, las cuales deben ser las más viables social y económicamente para el Caribe Seco.