El campo colombiano volvió a demostrar su importancia para el país en medio de la pandemia ocasionada por el coronavirus. Garantizó la seguridad alimentaria del país y mostró que puede ser uno de los motores que mueve la economía.
Mientras gran parte del mundo está paralizada a causa del COVID-19, en Colombia hay un grupo de personas que nunca han detenido su labor, a quienes en estas circunstancias pueden ser considerados como héroes. Siempre han estado ahí para todos, pero que muchas veces son ignorados e incluso invisibles para la comunidad. (Lea: El incremento en la producción agrícola garantiza oferta de alimentos en medio de la pandemia)
Hay gran grupo de estos héroes que sin importar lo que ocurra en Colombia y en el mundo, no detienen su labor: los campesinos. Día a día se dedican a labrar la tierra y cultivar sus productos, muchas veces, sin poder comercializarlos y otras, sin recibir la remuneración justa por sus productos.
Rosmary Mejía Serrano, secretaria de Agricultura y Desarrollo Rural de Santander, hizo un reconocimiento a los productores del país y del departamento, pues a su juicio “merecen nuestras más sinceras felicitaciones, porque a pesar de la emergencia que estamos atravesando por el COVID-19, continúan trabajando en los campos, generando alimentos y garantizando la seguridad alimentaria”.
Agregó que desde la cartera han hecho recorridos por el campo santandereano, con el propósito de brindar los alivios y ayudas necesarias. De esta forma, los campesinos podrán cumplir con su tarea, al tiempo de que se sentirán con el respaldo suficiente para ejercer su labor. (Lea: Agricultores se reinventan para evitar pérdidas de productos)
En esta misma línea, la Sociedad de Agricultores de Colombia, SAC, en su más reciente edición de la Revista Nacional de Agricultura exalta el papel de los campesinos, a los que también denomina héroes.
De acuerdo con el gremio de gremios, no importa si es desde una parcela o una gran explotación, con un azadón o una cosechadora, el trabajo de las mujeres y los hombres del campo se iguala en la mesa de gente.
“Colombia exalta y reconoce que esfuerzo de los millones de pequeños, medianos y grandes productores del sector agropecuario, actores de primera línea en estos momentos en los que la sociedad enfrentan una difícil prueba por la pandemia sanitaria de la COVID-19”, señala la SAC. (Lea: Conozca las medidas para afrontar la crisis del COVID-19 en el campo)
Agrega que “son nuestros héroes anónimos, gracias a cuyo esfuerzo de todos los días, con lluvia o sol, Colombia tiene garantizada su seguridad alimentaria”.
A su vez, José Félix Lafaurie, presidente ejecutivo de Fedegán, en su columna ‘Una mirada esperanzadora al campo’, no solo rescata el papel del campesino en esta actual pandemia, sostiene que la ruralidad ha estado aislamiento forzoso desde hace décadas, “qué digo, siglos…, desde siempre”.
Sin embargo, el dirigente asegura que para fortuna del campesino, al abrir la puerta de su casa está aislado; su vecino está lejos, el puesto de salud y la escuela están lejos, ir al pueblo es paseo dominguero por vías pésimas, y la señal de celular, si lo tiene, es deficiente o inexistente.
“Hoy reclamamos que el reconocimiento del campesino, del trabajo rural y del sector agropecuario por su aporte a la seguridad alimentaria, no sea flor de un día ni se limite a la gratitud por su heroísmo anónimo. El campesino que madruga al ordeño o dobla su espalda en el cultivo sin reparar en pandemias, es un microempresario que necesita crédito, porque los insumos se encarecen y parte de su esfuerzo queda en intermediarios inescrupulosos; y el mediano y el gran empresario rural también necesitan preservar el empleo”, concluye Lafaurie. (Lea: Ganadero: lo que debe saber frente al aislamiento obligatorio)