Con buenas prácticas agronómicas, el productor puede mejorar sustancialmente su rentabilidad desde la finca, expuso el gerente Técnico de la Federación Nacional de Cafeteros de Colombia, FNC, Hernando Duque, en el marco de la novena edición de la feria ExpoEspeciales Café de Colombia. Durante la segunda jornada de la agenda académica, de carácter más técnico y con una concurrida asistencia de caficultores, Duque explicó que los principales factores que influyen en la rentabilidad del productor son el clima, la tasa de cambio, el precio en la bolsa de Nueva York, los costos de producción y la productividad. Y de estos, los 3 primeros no están bajo control del productor, siendo en cambio la productividad el factor en el que más pueden influir para mejorar su rentabilidad mediante adecuadas prácticas agronómicas.(Lea: Empresarios buscan ser los ‘Juan Valdez’ de la panela) Densidad del cultivo, edad promedio de los árboles, variedad sembrada, fertilización (con ayuda de análisis de suelos), luminosidad, sanidad, manejo de arvenses y siembra en épocas idóneas son estas prácticas. Aumentar la densidad de árboles por hectárea, puntualizó Duque, es la variable que más influye en elevar la productividad. Hoy en día, el 72 % del área cafetera está sembrada con variedades resistentes (Colombia y Castillo), mientras que el resto está sembrada con variedades vulnerables (Caturra, Típica y Borbón), lo que ayuda a que los productores estén mejor blindados ante enfermedades como la roya y la de la cereza del café, CBD. Una adecuada época de siembra ayuda a tener colinos y árboles más vigorosos y por tanto productivos cuando lleguen a la madurez. Si determinadas zonas del país son de alta nubosidad, los sombríos ya no son tan necesarios. El escaso análisis de suelos en Colombia no ayuda a una mejor fertilización, cuyo nivel también es muy bajo con respecto a promedios de otros países, advirtió Duque. Ciclos de renovación oportunos y edades óptimas de los árboles se traducirán en mejores niveles de producción. “Todos los esfuerzos de los caficultores dirigidos al mejoramiento de la productividad son una vía correcta para mejorar la rentabilidad desde la finca”, concluyó Duque. Cenicafé perfecciona nuevas variedades de café En la presentación “Progenies promisorias de café”, la doctora Pilar Moncada, de la disciplina de mejoramiento genético, expuso cuáles son las dos nuevas variedades en las cuales trabaja el Centro Nacional de Investigaciones de Café (Cenicafé): una a partir del cruce de Caturra y el Híbrido de Timor, y otra a partir de Caturra con C. Canephora (robustas). Estas nuevas variedades en proceso de desarrollo, evaluación y selección responden al reto actual y potencial de la mutación de enfermedades como la roya y la de la cereza del café (CBD). “No podemos parar nuestra investigación, tenemos que seguir adelante”, anotó Moncada. (Lea: Aprenda a tener una fábrica de forrajes frescos) Los principales requisitos que estas variedades mejoradas deben reunir son: alta producción, buen tamaño de grano, calidad de taza, adaptación a zonas cafeteras específicas y resistencia a enfermedades. Moncada explicó a detalle y de manera muy sencilla cómo se lleva a cabo este proceso de mejoramiento genético, que comienza con la selección de progenitores (tanto padre como madre), para luego elegir la estrategia genética (que en el caso de Cenicafé siempre es por multi-línea). Una vez se obtienen nuevas generaciones o progenies (hijos), se lleva a cabo una selección de las mejores líneas y los mejores ejemplares con base en evaluaciones de comportamiento muy rigurosas, para que las cuarta y quinta generación estén ya muy depuradas en sus características. Moncada precisó que por fortuna la CBD, enfermedad muy agresiva, no ha llegado a Colombia, y todas las evaluaciones de resistencia de las nuevas variedades se han realizado en ausencia de la enfermedad. “Por eso se prohíbe traer frutos de otros países. Debemos ser muy claros en que no podemos traer material si no se hace proceso de cuarentena”, anotó Moncada. (Lea: Congreso cafetero será "más deliberante”, según Roberto Vélez) La investigadora explicó que las nuevas progenies desarrolladas a partir de C. Canephora han sido tan depuradas, con cruces sucesivos con Caturra, que los defectos de taza característicos de robusta prácticamente han sido erradicados. “Hace poco hicimos análisis sensorial (fragancia, sabor, residual, cuerpo, balance, etc.) y se obtuvo un puntaje total de 83, nada diferente de Caturra y Castillo. Las progenies de baja calidad las eliminamos”, anotó. En este momento se llevan a cabo evaluaciones en campo de rendimiento de cosecha, tamaño de grano, altura, resistencia a enfermedades y calidad en taza, para seguir haciendo la mejor selección antes de pensar en su liberación, que aún tomaría entre 4 o 5 años. ¿Cómo hacer mejor frente a la variabilidad climática? En la presentación “Efectos de la variabilidad climática en la caficultura colombiana”, el doctor Álvaro Jaramillo, también de Cenicafé, explicó a detalle cuáles son las tres principales zonas climáticas de Colombia (norte, central y sur), cuya alternancia de periodos secos y húmedos explican los periodos de floración y de cosecha. Los vientos alisios tienen marcada influencia en la zona norte y todo el piedemonte llanero, refirió. Jaramillo explicó cómo se forman los fenómenos de El Niño y La Niña por la variación de la temperatura en el Océano Pacífico, con la consecuente Oscilación del Sur en la atmósfera. (Lea: Gerente de la FNC explica el nuevo sistema de compra a los cafeteros) En cuanto a las acciones que pueden adoptar los productores frente a la variabilidad climática, tanto por exceso como por escasez de agua, Jaramillo mencionó el manejo de sombríos transitorios, la conservación de la humedad del suelo mediante determinados arvenses, el control de plagas como la broca y el empleo de variedades resistentes de café.