Su establecimiento permite mejorar y asociar la oferta alimenticia para los animales con múltiples beneficios ambientales ligados a la protección del suelo, el reciclaje de nutrientes y el sombrío de árboles que se siembran en los bordes o espaciados en el interior. Los Sistemas Silvopastoriles como los Bancos Mixtos de Forraje reducen los más severos impactos negativos de la ganadería como la degradación del suelo, la pérdida de bosques y el deterioro de las fuentes hídricas, y a la par aportan a la seguridad alimentaria humana, si se combinan las plantas forrajeras con cultivos como plátano, yuca y frijol entre muchos otros. Los Bancos Mixtos de Forraje son cultivos intensivos de árboles y arbustos (follajes ricos en proteínas, minerales y vitaminas) y herbáceos (leguminosas, arvenses, caña de azúcar y pastos de corte ricos en azúcares solubles y fibra), diseñados para maximizar la producción de hojas y proporcionar forrajes de corte y acarreo durante todo el año, que adquieren importancia crítica para la complementación o el sostenimiento del ganado durante los períodos de sequía y lluvias severos, proporcionándole al ganadero la posibilidad de mantener una alta productividad. Los BMF se deben establecer con especies de plantas forrajeras adaptadas a las condiciones agroecológicas de cada región, para ofrecer al ganado follajes muy nutritivos que permiten aumentar la productividad de las fincas. La combinación de árboles, arbustos y hierbas protege el suelo, incrementa la diversidad biológica y el reciclaje de nutrientes, contribuye a la conectividad ecológica y mejora la provisión de servicios ambientales de las finca ganaderas. Aspectos claves para la selección de los arreglos en lo BMF 1.Para la selección y asociación de las especies forrajeras de mejor desempeño en cada región se deben tener en cuenta factores agroecológicos tales como altitud, rangos de temperatura ambiental, radiación solar, tipo de suelo, nivel freático, fertilidad y clima, así como las preferencias y necesidades de los productores ganaderos. 2.Se debe preferir sembrar los árboles nativos o naturalizados de mayor adaptación a las condiciones de cada región, para reducir el riesgo por enfermedades y plagas y obtener mayor productividad y longevidad o persistencia productiva estable. 3.En todos los casos es indispensable hacer un análisis de suelos completo (físico y químico) para determinar la disponibilidad de nutrientes, especificar las limitantes del suelo y corregir las deficiencias o excesos. 4.Se deben incluir plantas forrajeras capaces de activar el reciclaje de nutrientes mediante la fijación de nitrógeno y la descomposición de hojas y de partes leñosas y con capacidad de extraer nutrientes y agua de los mantos más profundos del suelo. 5.En el BMF se debe asociar una amplia variedad de plantas de diversos beneficios: forraje, madera, frutos, leña para consumo animal y humano. 6.Dentro de las franjas de árboles se pueden plantar leguminosas cespitosas, como por ejemplo maní forrajero Arachis pintoi y el Desmodium ovalifolium, que no se trepan a los árboles, mitigan la incidencia de plantas indeseadas, fijan nitrógeno, retienen la humedad, cubren y protegen el suelo de la erosión y ofrecen forraje. 7.Siempre se debe conformar un estrato superior con árboles de mayor porte, con los cuales se logra mejorar el reciclaje de nutrientes, brindar sombra, proporcionar semillas, atraer fauna benéfica y controlar los vientos y su efecto desecante. Algunos árboles utilizados son la Acacia Mangium, el písamo, cantagallo o búcaro Erythrina fusca, cachimbo, poró o anaco Erythrina poeppigiana y chachafruto Erythrina edulis. Para clima frio se pueden citar el aliso Alnus acuminata y la acacia gris Acacia decurrens. 8.Los árboles maderables o frutales se deben plantar en forma lineal en hileras completas de la misma especie, al interior o en los bordes externos del BMF y en dirección al recorrido del sol (oriente-occidente), para evitar su sombra refleja y permitir la maduración homogénea de los frutos comestibles y facilitar la cosecha sin dañar las demás plantas. Las condiciones bioclimáticas de cada región determinan la selección de las especies a utilizar en los BMF. Fuente: Producción de semillas. Publicación FNG-Fedegán-Sena