El maíz es uno de los cultivos de mayor relevancia en la agricultura colombiana, y juega un papel fundamental en la seguridad alimentaria y la economía del país. De acuerdo con la Corporación colombiana de investigación agropecuaria (Agrosavia), en Colombia, el maíz es el cuarto cultivo con mayor superficie sembrada (339.504 ha), después del café (841.000 ha), el arroz (677.000 ha) y la palma de aceite (658.000 ha).
A nivel nacional, el cultivo del maíz se desarrolla en dos sistemas: el tecnificado y el tradicional. El primero se lleva a cabo bajo una economía campesina y en su mayoría es utilizado para el autoconsumo, con áreas menores de 5 hectáreas para el establecimiento de los cultivos, acompañados de cultivos de yuca, ñame, etc.
El sistema de producción tecnificado se caracteriza por la siembra en monocultivo, en áreas de más de 5 hectáreas, con disponibilidad de sistemas de riego, uso de semillas mejoradas, preparación mecanizada del suelo y uso de productos de síntesis química para la fertilización.
Durante el año 2023, la producción de maíz amarillo y maíz blanco bajo el sistema de producción tradicional alcanzó las 148.951 hectáreas sembradas, con una producción total de 293.426 toneladas y rendimientos promedio de aproximadamente 2 toneladas por hectárea.
El sistema de producción tradicional representó en 2023 el 18.28% de la producción nacional de maíz, siendo cuatro departamentos los principales contribuyentes: Sucre (11.52%), Antioquia (9.55%), Bolívar (5.88%) y Córdoba (4.29%).
Estos departamentos, ubicados en la región Caribe y Andina, aportaron en conjunto el 31.2% del total de la producción tradicional. El restante 68.8% fue generado por once departamentos adicionales, lo que evidencia la distribución geográfica de la producción de maíz en el país.
El maíz cosechado en Colombia bajo este sistema productivo tiene dos principales destinos:
- Comercialización: Según Agrosavia, cerca del 50% de la producción se destina al comercio fuera de las unidades productivas. Este volumen se distribuye entre la agroindustria, minoristas y acopiadores rurales, quienes utilizan el maíz como materia prima en diferentes industrias.
- Autoconsumo: El otro 50% es utilizado dentro de las unidades productivas para la alimentación animal, alimentación humana y obtención de semillas para futuras siembras. (Lea en CONtexto ganadero: Maíz entero o granulado, ¿cuál es la mejor forma de dárselo al ganado?)
En la región Caribe, el maíz comercializado para la agroindustria cumple un papel fundamental en la elaboración de productos derivados como almidón de maíz, maíz trillado y pilado, hojuelas de maíz, arepas precocidas, panes y pasteles de maíz, pasabocas y bizcochos de maíz.
De acuerdo con Agrosavia, la industria molinera y la fabricación de alimentos balanceados son dos de los sectores que mayor demanda generan para el maíz producido en Colombia.
En particular, los departamentos de Antioquia y Valle del Cauca cuentan con el mayor número de industrias dedicadas a la elaboración de estos productos, abarcando desde el procesamiento primario hasta la preparación de alimentos finales para el consumo humano y animal. (Lea en CONtexto ganadero: El maíz en la ganadería, una fuente de alimentación para el bovino)
Finalmente, el fortalecimiento de esta cadena productiva, mediante la implementación de tecnologías sostenibles y estrategias de comercialización eficientes, podría mejorar la competitividad del sector.