Luego de un análisis de producción, consumo e inventarios, el Consejo Nacional del Arroz estableció la meta de siembra del cereal para 2020 en 531 mil 413 hectáreas.
Esta meta hace parte del Plan de Ordenamiento de la Producción de Arroz que el año pasado permitió un incremento del 18 % en el precio recibido por los arroceros.
“Las 531 mil 413 hectáreas que se van a sembrar en 2020 fueron producto de un detallado estudio en el que se analizaron diferentes variables como el consumo, el inventario inicial, las importaciones, el rendimiento de toneladas por hectárea, la necesidad de producción, entre otros temas”, señaló el ministro de Agricultura, Andrés Valencia Pinzón.
En comparación con la meta de 2019, la de este año representa un incremento de 11,17 %, es decir en 53 mil 413 hectáreas, al pasar de 478 mil a 531 mil 413 hectáreas. “Este incremento corresponde a una necesidad ante los inventarios registrados, con el fin de mantener el consumo nacional, así como los precios del mercado y beneficiar a los productores”, aseguró el ministro.
Este año también se realizará la inscripción de la intención de siembras en un formulario vía web en el portal del Instituto Colombiano Agropecuario (ICA - https://www.ica.gov.co/). El aplicativo estará disponible a partir del 20 de febrero.
En el Plan de Ordenamiento de la Producción 2020, también se estableció una campaña paran usar semilla certificada y luchar en contra de la piratería de este tipo de productos. Además, la apuesta es promover la sensibilización a entidades privadas y públicas que ofrecen crédito.
“Nosotros hicimos un plan del ordenamiento de la producción que generó al final que el valor de la cosecha arrocera también creciera de manera importante y el sector venía creciendo al 10% en el tercer trimestre, y en el cuarto trimestre que es cuando se termina de recoger la cosecha arrocera”, dijo el funcionario.
Según el gerente de Fedearroz, Rafael Hernández Lozano, con esta área se tendría una producción ordenada y con ello se mantendrá una adecuada atención de la demanda, no habrá sobreproducción y se tendrán precios equilibrados.
Al hacer un balance de 2019, el dirigente manifestó que fue un año “relativamente bueno para el sector arrocero, porque en primer lugar hubo un precio razonable para los productores, gracias al incentivo del almacenamiento, donde la gran mayoría de la industria se acogió y eso significaba que para acceder al incentivo tenían que pagar un precio mínimo. Eso se hizo para los Llanos Orientales donde se genera el excedente temporal de la cosecha entre los meses de agosto y septiembre. Eso generó que hubiese una estabilidad en el precio y un precio relativamente bueno. Hubo buenos rendimientos porque el clima se comportó bien para la producción de arroz y lógicamente eso influyó en unos muy buenos rendimientos. Yo diría que fue un año positivo para el sector arrocero”.
En cuanto a las perspectivas indicó que se debe trabajar más en adecuación de tierras, vías terciarias y secundarias, distritos de riego para que el país sea sostenible en materia de agricultura y otros temas en ciencia y tecnología, aunque el gremio hace inversión en genética e investigación.