Ricardo O. Russo y Ricardo Guillén Montero, exintegrantes de la Junta directiva de la Extensión para la Asociación Nacional de Extensionistas Agropecuarios y Forestales (ANEAF) en Costa Rica, explicaron que el concepto se presentó como «degradación neta cero de las tierras».
Si bien esa era la propuesta original, los autores señalaron que se prefirió la idea de neutralidad y por «esforzarse por lograr un mundo neutral en la degradación de la tierra en el contexto del desarrollo sostenible». (Lea: 5 formas de recuperar el suelo con ganadería regenerativa)
De este modo, la neutralidad en la degradación de la tierra (NDT) se consagró en uno de los Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) para 2030, con el fin de combatir la desertificación, restaurar la tierra y el suelo degradados, incluidas las tierras afectadas por desertificación, sequía e inundaciones.
La NDT se considera un concepto científico y legal que se refiere al conjunto de procesos relacionados con la degradación y restauración de los ecosistemas y paisajes rurales productivos, que permite a los legisladores y gestores ambientales comunicarse en forma efectiva.
¿Qué se entiende por degradación de la tierra?
La degradación de la tierra (suelos, agroecosistemas y paisajes rurales productivos) ocurre cuando la cubierta terrestre se pierde o se elimina, lo que hace que el suelo sea vulnerable y la materia orgánica sea lavada o arrastrada. La salinización del suelo puede producir efectos similares, reduciendo la productividad del suelo.
Los síntomas son múltiples y alarmantes, y se combinan con las perturbaciones producidas por el cambio climático, tales como la irregularidad de las precipitaciones, la erosión por el viento y la lluvia, el agotamiento de los pastizales, y la pérdida de biomasa y biodiversidad. (Lea: Estas son las amenazas que impulsan la degradación del suelo)
Debido a la degradación de los paisajes rurales, las personas que han dependido durante mucho tiempo de la tierra y los recursos que proporciona para satisfacer sus necesidades básicas y mantener a sus familias se ven seriamente afectadas, pues para los agricultores significa una mayor inseguridad alimentaria y dificultades financieras.
Otras causas de la degradación incluyen el crecimiento de la población, el consumo insostenible, las prácticas agrícolas intensivas, el uso excesivo de agroquímicos, el creciente conflicto por los derechos a la tierra, la migración forzada de personas y el cambio climático.
Las acciones para alcanzar NDT en fincas
Las formas de restaurar los paisajes rurales productivo incluyen la reducción de la labranza, menos uso de fertilizantes y buscar mecanismos de control de plagas más naturales; además, la introducción de cultivos más diversos, incluidos los árboles.
Estos pasos pueden reconstruir los depósitos de carbono en los suelos, lo cual los vuelve más fértiles para que los países puedan alimentar a sus poblaciones en crecimiento sin utilizar aún más tierra. La restauración de tierras agrícolas también puede crear hábitats para la vida silvestre.
La restauración funcional del paisaje rural y de los terrenos de vocación agrícola es una forma de alcanzar la NDT en fincas. Los sistemas agroforestales (SAF) y los sistemas silvopastoriles (SSP) son estrategias válidas y efectivas para restaurar áreas degradadas y forestales.
La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) publicó un manual de técnicas para la restauración funcional del paisaje rural dirigido a generar insumos técnicos y estrategias de restauración para paisajes rurales de Mesoamérica.
En el documento se establecen los principios que rigen las acciones de restauración de dos tipos: pasiva y activa. Esta última es la que interesa a los extensionistas como medio de recuperación y/o manejo integral de ecosistemas, para aplicarla a nivel de fincas.
La restauración activa se puede considerar como una actividad intencional que interrumpe los procesos responsables de la degradación, disminuye las barreras bióticas y abióticas que impiden la recuperación del ecosistema, lo cual acelera los procesos de sucesión ecológica.
Los procesos de restauración activa están principalmente asociados a tres conceptos: 1) recuperación, 2) rehabilitación y 3) restauración (Lamb y Gilmour, 2003; Sierra-Parra, et al., 2021). (Lea: Estas son las principales causas de la degradación de la estructura del suelo)
- Recuperación: recuperación de la productividad en un sitio degradado utilizando principalmente especies diferentes a las presentes antes del disturbio. En algunos casos se establecen monocultivos o la combinación de un grupo muy reducido de especies. La diversidad biológica original no se recupera, pero la función de protección y muchos de los servicios ecológicos pueden ser restablecidos.
- Rehabilitación: restablecimiento de la productividad y la presencia de un grupo de especies vegetales originalmente presentes. Por razones ecológicas o económicas, el nuevo ecosistema puede incluir especies que no estaban originalmente presentes. Con el tiempo, la función de protección y los servicios ecológicos pueden ser restablecidos.
- Restauración: el restablecimiento de la estructura, la productividad y la diversidad de las especies originalmente presentes. Con el tiempo, los procesos ecológicos y las funciones coincidirán con las del sistema original. La Sociedad para la Restauración Ecológica (SER, 2004) define este concepto como “el proceso de ayudar en la recuperación de la salud, integridad y sostenibilidad de un ecosistema que ha sido degradado, dañado o destruido”.