En San Vicente de Chucurí, Santander, al año se obtienen entre 6.000 y 7.000 toneladas del grano al año. Sin embargo, expertos de la región aseguran que la cantidad no refleja la calidad del mismo. Le contamos lo que se necesita para obtener un buen precio.   En Betulia, municipio de Santander, Ismael Sandoval produce al año, entre mayo y octubre, 6 cargas al año, que corresponden a 125 kilos por cada carga en 2 hectáreas.   “La sequía me afectó y logré obtener para este año 100 kilos por cada 2 bultos. Pero, gracias al convenio que tienen el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural y Fedecacao (Federación Nacional de Cacaoteros) pude obtener el fertilizante triple 15 de forma gratuita y ello me ha ayudado para poder mejorar la calidad del suelo y mi producto”.   En este momento, según el agricultor, en el campo no se sufre por la escasez de agua. De hecho, los mismos productores indican que desde hace casi 20 días no llovía en Betulia y en San Vicente de Chucurí, y además, el precio que reciben por cada kilo de cacao está en $ 9.000, es decir, casi un millón 200 mil la carga. (Lea: Producción y precio de cacao aumentan 11 % y 22 %)   “A principio de año estaba en $ 7.000. Lo que he hecho es beneficiarlo bien, es decir, ponerlo a fermentar el tiempo que se requiere, secarlo y limpiarlo lo más que pueda, porque así lo pagan mejor”, agregó Sandoval.   No obstante, Gilberto Gómez Sáenz, jefe de la Unidad Técnica de Cacao en San Vicente de Chucurí, dijo en diálogo con CONtexto ganadero que la explicación del incremento del precio se debe a varios factores, como la tasa de cambio, el precio internacional y el que otros países productores del cacao tengan un déficit.   “Normalmente, un productor genera 400 kilos por hectárea y se le pagaba a $ 2.800, momento en el que el Gobierno nacional daba un subsidio para que ellos obtuvieran $ 5.000 por kilo. Debido a esos factores externos el precio empezó a subir y la ayuda desapareció; pero si el cacaotero es juicioso, puede llegar a generar hasta 1.000 kilos por hectárea al año, de esa forma siempre serán competitivos, en especial, porque el precio no va a durar por mucho tiempo”, analizó el experto.   Cuando productores como Ismael llevan su cacao a la Unidad Técnica para comercializarlo, este es pesado y se califica la calidad y de acuerdo con esos factores se establece el precio; después es momento de empezar a seleccionar los mejores granos, para saber cuáles son de tipo exportación, cuáles se llevan las empresas productoras nacionales y la cantidad de pasilla que sale, la cual será convertida en abono. (Lea: Tumaco, ganador del Salón del Chocolate de París)   “Por eso, primero capacitamos al productor en todo lo relacionado con la calidad, luego le compramos el cacao y lo ponemos en el exterior, siempre tratando de pagar un precio por encima del convencional. En San Vicente de Chucurí se producen aproximadamente entre 6.000 y 7.000 toneladas de cacao al año y solo logramos exportar menos del 10 %, porque hasta hace 2 años entramos en el negocio de la compra del grano”, manifestó Gómez.   Si el cacao no tiene la humedad y porcentaje de fermentación correcto, el precio que recibirá el productor será menor.   Daysy Veracuello, seleccionadora de cacao, se encarga de sacar los mejores granos y depositarlos en un costal, para luego llevarlos a las industrias y convertirlos en chocolate.   “Al día logro seleccionar 2 bultos de 60 kilos y procuro hacerlo lo mejor posible para que se comercialice un cacao de calidad. Esas almendras que están en mal estado, es decir, arrugadas, pequeñas y partidas se dejan a un lado, porque no sirven, eso básicamente pasa porque el cultivo no recibió la cantidad de agua necesaria, pero se reutilizan como fertilizantes para el cacao”, explicó Daysy, quien previamente pasa los granos de cacao por un arnero, una especie de colador, el cual ayuda a tamizar el producto, para que ella luego escoja lo mejor y llegue a mercados internacionales. (Lea: Cacaoteros de Antioquia y Córdoba exportaron 12 toneladas a España)